El pasado 27 de febrero, dejó al descubierto la frágil geografía en que se sitúa nuestro país. Un sismo de una gran intensidad afecto a una gran cantidad de regiones, que en habitantes representan poco más del 80% de todo Chile.
Esta catástrofe, hizo reaccionar a una serie de instancias gubernamentales y no gubernamentales, para aunar esfuerzos y poder enfrentar la crisis que se avecinaba. 300.000 viviendas destruidas producto del terremoto y tsunami. Posibles focos de enfermedades infecciosas, problemas de seguridad pública, y una serie de dificultades asociadas a este tipo de coyunturas.
Las acciones de voluntariado en la primera etapa de reconstrucción, han ido conquistando un gran espacio, debido a su capacidad para convocar a la sociedad civil. Existen una serie de agrupaciones ciudadanas y otras ligadas a la iglesia que han facilitado la entrega de ayuda a los más afectados. Capsocial es una de ellas.
Esta iniciativa nació el año 2005, a partir de la inquietud de un grupo de alumnos de la Universidad de Chile, que buscaron cambiar el sentido del voluntariado. La idea principal, como lo dice su sigla, es construir capital social a partir del capital humano.
El capital social, si bien puede ser un concepto asociado al capital económico, presenta una serie de distinciones en relación a la evolución de las sociedades. Coleman dice que los componentes del concepto de capital social están dados por la confianza social, que facilitan la conformación de grupos o asociaciones de personas. Fukuyama por su parte, toma el concepto de Coleman y lo enriquece, agregando que la confianza social, sumada a las normas delimitadas y las grandes redes sociales, son las que forjan este concepto. Sin bien las grandes experiencias de conformación de capital social ponen como ejemplo a Estados Unidos, los tigres asiáticos y los países de la Unión Europea, Chile no se queda atrás en este tipo de conformaciones sociales.
La mayoría de las redes de voluntariado en Chile están ligas a grandes instituciones, como es el caso de la iglesia católica que sustenta al Hogar de Cristo y a Un Techo para Chile. Sin embargo, los jóvenes necesitan también otros espacios para desenvolver sus inquietudes. CapSocial, además de representar un enfoque laico, posee un tinte especial para abordar los problemas. En primer lugar, en su objetivo de construir capital social, trata de realizar construcciones para que las comunidades receptoras de los trabajos puedan tener un espacio dónde reunirse. Por otro lado, trata de entregar herramientas para los microempresarios, de manera tal, que estos puedan postular a fondos concursables y aumentar sus ingresos, y otorgando herramientas de gestión para manejar mejor los recursos que poseen. También, realiza ejercicios de prevención de enfermedades con sus planes de educación en salud. Por último, ejecuta un apoyo a la gestión municipal con el área de gobiernos locales, en la cual se realizan talleres para que los funcionarios municipales puedan comprender la importante labor que realiza la institución en la que trabajan.
Cada una de estas intervenciones se realiza en sintonía y con la autorización de la Municipalidad, con el fin de realizar un trabajo certero y útil para la comunidad. Para abordar los multiples problemas surgidos tras la catástrofe del 27 de Febrero, se trabajó en directa relación con dicha institución; quienes realizaron una petición delimitada y bien definida a los voluntarios, la cual fue exitosamente cumplida. La ayuda brindada consistió principalmente en la recolección de alimentos, que era la necesidad más urgente que debía abordar el municipio de la comuna de Villa Alegre. Esta colecta se realizó a través de tres medios, en primer lugar, realizando un puerta a puerta en distintas zonas de Santiago, en segundo lugar, en campañas de recolección situadas en las afueras de los supermercados (muy efectivas por cierto) y, en tercer lugar, en los centros de acopio de donación voluntaria. Se logró recolectar 300 canastas básicas familiares que contenían principalmente pastas, legumbres, arroz, azúcar, té, y 150 bolsas de aseo, que contenían detergente y papel higiénico, también de carácter básico.
El voluntariado hoy en día representa una de las actividades más importantes y respetadas por los jóvenes chilenos. De acuerdo a la Sexta Encuesta Nacional de Juventud del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), realizada el año 2009, la participación de los jóvenes en grupos de voluntariados es de 9.9% del total de la muestra, situándose en el cuarto lugar de las preferencias, mientras que los partidos políticos fuera de ser los peor evaluados en confianza institucional (2.2%), sólo conquistan el 1.4% de la muestra, situándose en el último lugar de las preferencias.
No obstante a la escasa preferencia que concitan los partidos políticos y la política en general, y la gran herramienta que representa el voluntariado para hacer participar a los jóvenes, se debe tomar en cuenta que la reconstrucción nacional no sólo pasa por el capital social y la ayuda de las grandes empresas para la construcción de viviendas de emergencia, antes bien se debe luchar por obtener políticas públicas de calidad y cercanas a los ciudadanos.
Si para acercarse a los ciudadanos es posible valerse de las instituciones intermedias como puede ser el caso del voluntariado, entonces será necesario realizar alianzas estratégicas, pero sin olvidar el foco de la tragedia, Chile y su pueblo.