Durante esta semana se anuncia una importante votación en la Comisión de Educación del Senado sobre la entrega o no de recursos públicos a instituciones educativas con fines de lucro. La eliminación del lucro constituye uno de los nudos centrales del actual conflicto y un aspecto insoslayable para visualizar un acuerdo. Quienes se oponen han esgrimido, a lo menos, tres tipos de argumentos sobre el impacto que esta decisión tendría en el sistema escolar particular subvencionado: se pondría en peligro la provisión mixta en educación, se afectaría la libertad de elegir de las familias y se perdería pluralidad en los proyectos educativos. Veamos.
Los estudiantes no han solicitado en ninguno de sus petitorios ni el fin de la educación particular pagada ni de la particular subvencionada. Por tanto, un sistema de provisión mixta no corre riesgo alguno en Chile. Lo que se pide es que la actual educación escolar particular subvencionada se organice a través de entidades sin fines de lucro, como por lo demás se exige a nivel de las universidades. Cabe tener presente que no existe ningún país OECD en que un sostenedor privado reciba una subvención estatal y se permita que éste margine una utilidad de dicho aporte público. Es por lo demás anómalo que tratándose de una subvención que todos reconocen como insuficiente y que se propone doblar en los próximos años, no se destine íntegramente al desarrollo del proyecto educativo.
La segunda razón esgrimida es que el fin del lucro y la reinstalación de la gratuidad en el sistema escolar subvencionado –lo que implica el término del financiamiento compartido- afectaría la capacidad de elección de las familias. Más bien es exactamente lo contrario: la libre elección de las familias se encuentra hoy seriamente coartada por la existencia de una selección económica derivada del sistema de co-pago. El principio constitucional es que las familias elijan la escuela y no que el sostenedor elija la familia.
La tercera razón que se ha argumentado es que la eliminación del lucro reduciría la pluralidad de ofertas, quedando en el sistema escolar solo una educación estatal y otra confesional (particular subvencionada o particular pagada). Ello es desconocer la historia de la educación en Chile y en el mundo: siempre han existido proyectos pedagógicos privados fundados en fuertes motivaciones educativas, sea de innovación pedagógica o de grupos de variada identidad no religiosa que persiguen difundir sus proyectos y valores. Es probable que la eliminación del lucro provoque un desincentivo a entrar o permanecer en el sistema de aquellos sostenedores que no tienen una motivación primaria y sólidamente educativa. Pero ello es más que una mala es una buena noticia y que de paso permitiría al sistema particular subvencionado relegitimarse socialmente.
Chile ostenta el triste record de estar entre los tres países como mayor segregación escolar entre los evaluados por la OECD, lo que se explica fundamentalmente por los sistemas de selección y el financiamiento compartido. La gradual eliminación de éste último contribuiría significativamente a disminuir la segregación existente. Sin ello la escuela chilena lejos de romper las desigualdades las seguirá reproduciendo, y en lugar de integrar y cohesionar socialmente continuará segmentando y excluyendo.
Que se acabe la subvención estatal, si se sigue dando no hay como controlar el afán depredador de quien la recibe. Que se hagan con esos recursos colegios estatales de excelencia medibles con los mejores privados y se puede basta mirar al Instituto Nacional.
El fin del lucro en educación serÃa importante. En EEUU y en Europa no se respetan tÃtulos otorgados por instituciones con fines de lucro. Soy recien llegado aqui. Ya recibà CVs de gente buscando trabajo. Nunca podÃa ver los que tienen tÃtulos de universidades de lucro; no sé cómo confiar en esos.
presenta proyecto para reducir a un peso cobro de financiamiento compartido
La iniciativa del parlamentario socialista, que tuvo un sólido respaldo de los legisladores de oposición e independientes, busca terminar con las desigualdades y la segregación que provoca el actual sistema de financiamiento a la educación.
Acompañado de los Jefes de Bancadas de la DC, Aldo Cornejo y del PPD, Pepe Auth, el diputado Carlos Montes (PS), se manifestó optimista respecto del futuro de la iniciativa que tiene el propósito de reducir los cobros por financiamiento compartido para el próximo año a un máximo de un peso, tema que a su juicio debe discutirse porque ha generado “grandes desigualdades y segregaciónâ€.
El diputado Montes reconoció que el actual sistema ha generado grandes recursos. Sin embargo, agregó que “ello ha sido a costa de mucha desigualdad y hoy existe un importante consenso para discutir el tema y por primera vez los dueños de colegios aceptan discutir esta materia y por eso hemos presentado este proyecto, para abrir el debateâ€.
A juicio del legislador PS, “es importante que todos los sectores polÃticos asuman la realidad y esta indica que el paÃs quiere cambios estructurales en el modelo educativo, porque el modelo que se impuso a Chile, hace 30 años durante la dictadura, ya no da para más. Asà lo han planteado los estudiantes y ha tenido un amplio apoyoâ€.
Es por ello que Montes considera que se debe reflexionar sobre este tema, ya que “pretender impedir este proceso es un grave error que está generando un movimiento de tres meses, por la falta de visión y profundidad de lo que está ocurriendoâ€.
El diputado PS recordó de paso, que la votación en contra del lucro, en el Senado, es una “señal al paÃs de que se está entendiendo lo que la mayorÃa de los chilenos quiere y pensamos que el lucro no puede ser la lógica que ordene la educaciónâ€.
El proyecto del diputado Montes fue respaldado con las firmas del Jefe de Bancada del PS, Alfonso De Urresti, los diputados del PPD Pepe Auth y Rodrigo González, de la DC, Aldo Cornejo, Gabriel Silver, Pablo Lorenzini y Mario Venegas, del PRI, Alejandra Sepúlveda y el Independiente Miodrag Marinovic