Osvaldo Núñez Riquelme, Abogado chileno residente en Montreal. Exdiputado federal en Canadá.
Chile ha iniciado un nuevo proceso constituyente, una vez más sin la participación de más de un millón de compatriotas que residimos en el exterior No tendremos derecho a voto ni a presentar candidatos en las elecciones de los 50 consejeros constituyentes que se elegirán el 7 de mayo de 2023.
Desde el retorno a la democracia, en 1990, la lucha por el reconocimiento de nuestros derechos civiles y políticos ha sido ardua, dura y difícil, particularmente por la negativa y la obstrucción de los partidos y gobiernos de derecha.
Hasta 2017 estuvimos totalmente privados del derecho a sufragio, a pesar de que casi la totalidad de los países latinoamericanos lo había ya otorgado a sus nacionales en el exterior. A partir de ese año, con el apoyo del gobierno de la presidenta Bachelet, se nos reconoció la facultad de poder votar, pero únicamente en las elecciones primarias para nominar candidatos a la Presidencia de la República, en las elecciones presidenciales y en los plebiscitos nacionales.
CONVENCIÓN CONSTITUCIONAL. Lamentablemente tampoco pudimos sufragar, presentar candidatos ni elegir a nuestros propios convencionales en mayo de 2021. No obstante estas dificultades, realizamos un intenso trabajo para que los integrantes de la Convención Constitucional tomarán en cuenta nuestras demandas. Organizamos conversatorios, fuimos a Chile, sostuvimos encuentros con convencionales, participamos en consultas y presentamos iniciativas populares de norma.
Cabe destacar los importantes esfuerzos realizados en este sentido por varias organizaciones chilenas establecidas en diferentes países. Yo mismo participé en algunas consultas y presenté la iniciativa de norma número 71.642, solicitando principalmente la creación de una Región Exterior Especial, tal como lo había prometido el Presidente Ricardo Lagos en su programa de gobierno. Además, pedimos la posibilidad de elegir a nuestros propios parlamentarios y el pleno derecho a voto, incluyendo el sufragio de nuestros hijos y nietos nacidos en el extranjero, sin la obligación de avecindarse en Chile. En este sentido, obtuvimos algunos logros importantes, aunque parciales.
NUEVO PROCESO CONSTITUYENTE. Tres organismos participarán en la elaboración de la nueva propuesta de Constitución, que será votada en diciembre próximo:
- La COMISIÓN EXPERTA que tiene como objetivo la redacción de un anteproyecto de texto constitucional.
- El CONSEJO CONSTITUCIONAL aprobará el texto definitivo, con las modificaciones que estime pertinentes.
- El COMITÉ TÉCNICO DE ADMISIBILIDAD que actuará como árbitro cuando existan requerimientos sobre propuestas de norma que podrían infringir los bordes o bases ya establecidas por el Congreso Nacional.
PARTICIPACION CIUDADANA. El 7 de marzo de 2023, las Universidades de Chile y Católica pusieron en marcha la Secretaría de Participación Ciudadana, integrada por profesionales de distintas disciplinas de ambos planteles de educación superior. Dicha participación se realizará a través de cuatro mecanismos de participación:
- Audiencias públicas.
- Iniciativa popular de norma.
- Diálogos ciudadanos deliberativos, representativos o abiertos.
- Consulta ciudadana.
La participación ciudadana, incluyendo la de los y las chilenas residentes en el extranjero, es una condición de legitimidad, y muy especialmente en el caso de un proceso constituyente. No se puede elaborar una Constitución a espaldas del pueblo. La tarea de los y las dirigentes del exterior y de sus organizaciones es promover nuestra visibilidad y motivar nuevamente a los connacionales que viven fuera de las fronteras de la patria para que participen en la construcción de una nueva Carta Magna para Chile, democrática, solidaria e inclusiva.
ALGUNAS PROPUESTAS PARA EL FUTURO TEXTO CONSTITUCIONAL. Los expertos y consejeros constitucionales tienen la obligación de tomar en consideración las demandas y propuestas del más del 5.5% de la población chilena que reside en otros países. Cada año, paso 4 meses en Chile, huyendo del frío invierno canadiense. Con sorpresa constato que las autoridades de gobierno, parlamentarios, expertos y candidatos a consejeros, así como los medios de comunicación, no mencionan a este sector importante de la ciudadanía, que habita fuera de las fronteras nacionales, o lo hacen muy raramente. Este comportamiento contrasta con la situación de otros países donde existe una gran preocupación y cercanía con sus diásporas respectivas.
En este contexto, debemos redoblar los esfuerzos para hacer llegar nuestros anhelos, esperanzas y aspiraciones a la Comisión Experta, así como a los integrantes del Consejo Constitucional que comenzará a funcionar a partir del 7 de junio próximo. Diferentes organizaciones y personas chilenas en el extranjero, entre las que me incluyo, han puesto el acento en algunas de las siguientes prioridades:
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- Creación de una Región Exterior – que podría llevar otro nombre similar – adaptada a la situación, realidad y especificidades de las comunidades chilenas del exterior, bajo los principios de igualdad y de no discriminación, que nos permita el pleno ejercicio de nuestros deberes y derechos cívicos, políticos, económicos, sociales y culturales.
- Si la petición anterior no fuera acogida, sería necesaria, al menos, la instalación de tres distritos electorales internacionales con la elección de un diputado en cada una de las siguientes regiones: a) América; b) Europa y África, y c) Asia y Oceanía. Además, un senador debiera ser elegido por el conjunto de chilenas y chilenos en el extranjero.
- Extensión del derecho a voto a las elecciones parlamentarias y otras de carácter nacional.
- Reconocimiento del derecho a voto a los hijos y nietos de chilenos nacidos en el extranjero, sin necesidad de avecindarse en Chile.
- Pleno derecho a la nacionalidad y a la ciudadanía: prohibición del destierro, derecho a buscar y recibir asilo, derecho a la protección diplomática y a la reunificación de la familia y derecho a salir y retornar voluntariamente al país, así como a la doble nacionalidad.
- Facilitación del sufragio y traslado del domicilio electoral, especialmente en el extranjero, estableciendo el voto por anticipación, por carta y electrónico.
- Aplicación a nivel de los consulados de la Ley 20.500 sobre participación ciudadana, estableciendo en cada uno de ellos un Consejo consular, con ciertas facultades. Esta demanda es importante, aunque no sea de materia constitucional.
- Creación del Ministerio de Migraciones con dos subsecretarías:
- a) Emigraciones, y
- b) Inmigraciones.
Las demandas mencionadas son algunas de las más comunes que circulan en el extranjero. Todas ellas ya forman parte, de una u otra forma, de Constituciones o legislaciones existentes en otros países.
Esperamos que los organismos y personas encargados de redactar el nuevo texto constitucional sean sensibles a estas justas y legítimas demandas. Chile tiene una gran deuda con sus nacionales en el exterior. Ahora es la oportunidad para avanzar en esta materia. Nuestro país debería estar orgulloso de sus connacionales que habitan otras latitudes, entre los cuales se cuentan científicos y académicos de mucho renombre, parlamentarios, profesionales, empresarios, artistas, deportistas, trabajadores y técnicos destacados y de mucha calidad. Todos y todas queremos participar y contribuir al desarrollo de este gran país que, a pesar de las distancias, sigue siendo nuestro. La nueva Constitución debe convertirse en la casa de todos, incluyendo a su población exterior.
Santiago, abril de 2023