Los trabajadores han concurrido mayoritariamente con sus propios fondos a enfrentar la crisis, con cerca de US$17.500 millones, que se desglosan en:
• Más de US$16.000 millones por el retiro del 10% de las AFP
• US$1.500 millones de sus cuentas del Seguro de Cesantía a través de la Ley de Protección del Empleo.
El fisco, por su parte, sólo ha destinado US$5.000 millones para ayudas sociales directas: Bono Covid, IFE y Bono Clase Media, entre otros aportes.
El aporte directo desde los ahorros de los propios trabajadores/as supera en casi cinco veces al apoyo estatal.
El costo de la crisis la han pagado los trabajadores y las trabajadoras, y no las empresas.