El vuelo esencial del socialista Daniel Rapimán Asserella

29 de junio 2020

“A Nabila, Faúd, Said y Kamal».1

Si en 2001 la ministra de educación Mariana Aylwin se oponía a la participación de la ACES2 y a la participación de los empresarios disidentes a Manuel Navarrete3 quien lideraba el gremio del transporte colectivo de Santiago, Rapimán entonces vicepresidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Diego Portales (FEDEP) y militante socialista, no avalaría diálogos quebrados “a priori”. Daniel Rapimán nunca fue obsecuente. Se retiró de la mesa de diálogo del ministerio en solidaridad con los actores boicoteados, y en nombre de los estudiantes de las universidades privadas. Daniel acusaba al ministerio de irregularidades en el modo de entrega del “pase escolar” asunto que ese año sería motivo de un estallido estudiantil al que llamaron “el mochilazo” (Cooperativa, 2001). Se rebelaba entonces contra intereses mezquinos y difusos. Era socialista, era su gobierno, pero asumía con lucidez su rol de dirigente estudiantil.

Su lucha por la igualdad entre los estudiantes

Ser dirigente estudiantil de una universidad privada no fue evidente. Rapimán no sólo tuvo una doble militancia, la de estudiante y de socialista. Inscribe además su visión en una emergente vanguardia en el contexto del sistema privatizado de educación chilena: la igualdad de los estudiantes de planteles privados. Esa controversia fue probablemente uno de sus principales contribuciones políticas a las ideas socialistas chilenas y al debate de la educación en Chile.

Por esos años, y como es costumbre en nuestro país, aún reinaba una falsa distinción entre estudiantes de universidades estatales (que la verdad eran las universidades tradicionales entre las que parte importante no son ni públicas ni estatales) y estudiantes de universidades privadas (que, aunque obviado por años, también incluía todo tipo de planteles: centros de formación técnica, institutos profesionales, etc.). Si estadísticamente ya se sabía que más del 50% de las y los jóvenes de hogares más humildes, de origen trabajador, realizaban sus estudios en planteles privados, en la política nacional prevalecía un paradigma opuesto (El Mercurio Online et Agencias, 2002).

En ese contexto, Daniel Rapimán tenía absoluta convicción del estatus de igualdad que debían tener los estudiantes de planteles privados respecto al resto de los estudiantes que, perteneciendo a universidades tradicionales entre las que se cuenta la privada Universidad Católica, recibían aportes del Estado, gozaban de un estatus con ciertos derechos como el “pase de transporte escolar” y se asimilaban a instituciones públicas o del Estado siendo que no todas lo eran. Militó así por visibilizar a los estudiantes de “las privadas” promoviendo la unidad estudiantil. Impulsó la creación de una confederación de federaciones junto los entonces dirigentes estudiantiles socialistas de la Universidad Central y del Instituto Los Leones entre otros, la cual más tarde se llamaría CONFESUP4 y con miras a una unidad total de los estudiantes chilenos. Reclamaba así el derecho a una representación igualitaria en el seno de la histórica CONFECH5.

De este modo, si por una parte la representación estudiantil en los planteles privados era ferozmente desarticulada por “las gerencias”, abocaba entonces parte de su tiempo a visitar otras universidades y centros profesionales para fomentar la organización estudiantil. No pocas veces megáfono y panfleto en mano con pocos acompañantes, realizó llamados a la organización entre aplausos estudiantiles espontáneos y atónitas reacciones de los equipos de seguridad que corrían para acallar acciones políticas consideradas prohibidas. Así fue como germinaron por ejemplo los primeros ensayos de federación de estudiantes en la Universidad Andrés Bello. Y otra parte, su lucha por el reconocimiento igualitario de los estudiantes de planteles privados en la CONFECH lo llevó también a desplegarse, a ir al encuentro de sus pares en la USACH6, la Católica y la Chile.

A pesar de que la FEDEP estaba en un subterráneo sin ventanas en calle Ejército 219, en la práctica Rapimán hizo de la federación una plataforma de articulación política entre representación de los estudiantes de planteles privados y movilización estudiantil a través de la cultura y de su intensa vocación jurídica.

Hubo intensos trabajos voluntarios como también importantes desafíos culturales para los estudiantes. El concierto de “Los Jaivas” para la bienvenida estudiantil en el Parque Almagro fue un tremendo desafío que surtió sus frutos. Con miles de jóvenes copando el espacio público, se adoptaba un modo masivo de comunicación estudiantil a través de la cultura. Esa inquietud en la comunicación masiva tendría un símil interno igualmente importante preocupándose por hacer vivir la universidad también como un espacio de vida cultural a través de la música y del teatro de talentos jóvenes y contemporáneos. En marzo de 2002, la FEDEP presentaba así en el anfiteatro de la facultad de comunicaciones, la obra de teatro “Al filo de la noche” de Carolina Cuturrufo, en la que participaban hoy reconocidos actores y músicos como Andrés Velasco, Cristián Cuturrufo y Cristian Monreal. Rapimán tenía así una visión de lo político más allá del ejercicio de la autoridad representativa, en la cual la comunicación pasaba también por los canales de la expresión cultural y el intercambio con el mundo artístico.

En el plano jurídico fue también un apasionado. Lo cual no sólo continuó siendo de su interés, sino que vinculó incluso a su práctica política. La Corte Interamericana de Derechos Humanos de la OEA señalaba que la orden de incautación del “Libro Negro de la Justicia” [de Alejandra Matus] no solo constituyó una restricción ilegitima al derecho de su autora a difundir ‘informaciones e ideas de toda índole’, sino que también vulneró el derecho de la comunidad en general y de […] Daniel Rapimán Asserella […]” en tanto persona individualizada junto a Faride Zerán, Jorge Montealegre, Antonio Skarmeta y otros por la Clínica Jurídica de Acciones de Interés Público de la Universidad Diego Portales de Chile en la cual participaba activamente (Zalaquett, 2005). Más aun su lucha por la distribución gratuita de la triterapia contra el VIH también fue reconocida cuando comprometió a la FEDEP como tribuna de difusión de la causa de la organización “Vivo Positivo” a través de seminarios muy concurridos y que terminaron por un esperado fallo de la Corte Suprema que incluso algunos dirigentes de la asociación lamentablemente no lograron conocer, favorable a la distribución de la triterapia por el gobierno como derecho humano y que según relata un estrecho amigo y compañero de Daniel, terminó con un festejo en la propia federación junto a los dirigentes de “Vivo Positivo”.

Así, la amplitud y potencia política de Daniel como dirigente estudiantil fue decisiva sobre su forma de ver el socialismo y la democracia. Consideraba fundamental el rol de los colectivos en la movilización social y ciudadana por una real soberanía popular en las instituciones como garantía de una representación efectiva de las mayorías más vulnerables. Algo que salió a relucir como delegado del Congreso de la Juventud Socialista 2002 en Picarquín, hito a partir del cual su militancia socialista se profundizará sobre todo a través de su relación con los diversos encargados del Departamento Nacional Universitario (DNU) al mando de Cristian Muñoz. Su origen regionalista, humilde, árabe y mapuche en algo pueden explicar su alcance, su profundidad como también su calidad humana muy reconocida en quienes lo conocieron.

Trapi-manke : el cóndor-arrojado de Coquimbo.

Si Daniel fue criado y nacido en Coquimbo y posee consistentes raíces árabes por su lado materno Asserella, el tuwün (en mapudungún, la raíz territorial) de Rapimán, su raíz territorial paterna, estaría en Temuco. Si a la hora de redacción de este texto, poco sabemos de su origen mapuche, sabemos que parte de su parentela paterna provendría de la cuenca del Cautín. Lo que también representa la realidad de tantas generaciones mapuches obligadas a migrar (al exilio étnico) en busca de una vida mejor. Así, cómo señala un querido peñi de Coihaique, las palabras en mapudungún y más aún los apellidos, designan imágenes metafóricas y conceptuales de una historia ligada a la mapu, a la tierra, al territorio. De ahí que el apellido Rapimán, la hispanización de trapi-manke (fonéticamente: shrapi-manki), evoca la imagen del cóndor (manke/man), de un cóndor-picante, ardoroso (trapi o xapi)7. Un cóndor arrojado, un cóndor valiente que no sólo da pista en cuanto a unos de los tuwünes de Daniel, probablemente anidado en los valles cordilleranos que alimentan el río Cautín, sino que, más aún, sorprende cuán trapi-manke fue Daniel: un cóndor que cargando ligero la historia ancestral de las cordilleras agrestes de la Araucanía, afrontó con bravía la vida desde las alturas.

Precisamente, Daniel siempre tuvo altura para ver y comprender la sociedad en la que vivía y la relaciones que ahí establecía. Tenía una paciencia y una sabiduría, salvaje como la del cóndor que debe ser diestro, instintivo con la fuerza de los vientos (el presente, el hoy) para así desarrollar la altura en atención a un horizonte de búsqueda de alimento (la proyección al futuro). “Siempre recurrí a su excelente olfato y conocimientos jurídicos” dice uno de sus estrechos amigos socialistas, significando la dexteridad que nuestro Trapi-manke demostraba sobre “el presente”, sobre “el hoy”, sobre “la acción”. Y más aún, este mismo compañero y amigo recuerda su doble capacidad, la de altura. Daniel fue “de los pocos que creyó en mí (en una época en que ni yo creía mucho en mí) y me incentivó a hacerme un espacio en la juventud socialista y en el mundo estudiantil”. La misma capacidad de altura multitemporal y multiespacial de verse y de comprenderse en el todo societal que demostraba “el negro” como le decían algunas amistades, cuando se maravilló ante “La gran ola de Kanagawa” pintada por Hokusai:

“Me parece digno de pensar la modernidad en ese estado de tensión. En el antes de reventar, y en el de reventarnos la modernidad encima. Hay eso en esta imagen, pero también está la suspensión del tiempo, la suspensión de esa modernidad no terminada. Pero además está esa puta sensación de qué todo se te viene encima y que no lo podés resistir, y que no queda más que esperar el revolcón aguantarlo, angustiado. Ese del caos de tu relación de pareja, de tu trabajo, de tu familia, del dinero, de todo…

Gracias Hokusai por esta prematura imagen de lo que es nuestra vida, nuestro presente, y hasta que no pase otra cosa, nuestro futuro” (Rapimán, 2005).

La nueva altura del socialista abogado

“El mercado no es perfecto, no lo va ser y no va a constituir la solución a los problemas de la humanidad” decía Daniel en una columna de opinión de su propio blog (Rapimán, 2009). Tras la crisis económica mundial del 2007 y 2008, ya abogado, atrás queda su tiempo de dirigente estudiantil. Su madurez política lo lleva a la municipalidad de Ovalle. Desarrolla ahí labores municipales y de articulación política junto a la alcaldesa Marta Lobos, socialista histórica. Está entonces de regreso a su región natal y su acción política ya no se encuentra en la primera línea nacional. Sin embargo, desarrolla otra faceta apegada al terreno y regionalista.

Hábil consejero, con una palabra influyente, discreto y de ego desapegado, Daniel tuvo una profundidad intelectual que deja huellas, resaltadas por su modo de practicar la política. Lo colectivo siempre estuvo por sobre lo individual, despojándolo de una ambición personal tan común entre los dirigentes hoy. Y así, si estuvo anclado en el presente, en la acción, desarrolló también una capacidad de altura que alimentó una reflexión política permanente.

En la acción, apoyó proyectos estudiantiles nuevos como en la Universidad de La Serena que en poco tiempo tuvo una combativa conducción socialista a la cabeza de Juan Claudio Saavedra. Fomentó así el activismo político de cuadros más jóvenes en las regiones del norte donde su nombre como socialista se tornó reconocido por la militancia. Fue también un reconocido y sagaz articulador político en la región de Coquimbo, tanto a nivel partidario como con otras fuerzas políticas. Articulando lo comunal con lo regional y promoviendo un partido más joven entre los candidatos a los municipios. Jugó también un rol clave en la reapertura de la única sede nacional de Juventud Socialista de Chile tras la dictadura ubicada en Tomás Andrews, la cual había sido clausurada por Cristián Labbé, recientemente condenado por torturas durante la dictadura y entonces alcalde de Providencia, a modo de hostigamiento político. Un episodio poco conocido en el cual Daniel demostró nuevamente su habilidad jurídica y política y sobre todo su sincero compromiso ad honorem con el partido socialista, partido que puede ser ingrato con quienes anónimamente encarnan su historia.

Si durante la universidad su visión tuvo como enfoque principal a los estudiantes y a la educación, el trance inevitable de la vida amplió su campo de análisis. Reconectó con sus ideas más radicales de nuevo orden social. En 2015, Durante una larga conversación sobre el desarrollo en Chile tenía claro el rol motor que Iquique tenía para el progreso del norte y su potencial inserción a las dinámicas continentales de integración. Forjaba así en Iquique un nuevo tuwün para sus hijos, posicionando su acción como un centro de influencia no sólo en relación a Chile sino también sobre a la región y al mundo. Siempre tuvo altura para esas reflexiones. Y así lo deja entrever cuando reflexiona sobre como la crisis económica mundial del 2008 desnuda la subordinación de la política, y por qué no entonces de la soberanía popular, a la fuerza motora del mercado, el lucro privado: “las consecuencias [de la crisis] son inconmensurables, y millones de individuos carecen de las certezas que les entregaba el modelo de desarrollo neo liberal, sustentado en la actividad privada, el ánimo de lucro, la selección del mercado, que según se exponía, tendía a la perfección” (Rapimán, 2009).

La noción de igualdad parece cruzar el arco más extenso de su pensamiento socialista y democrático. “El nuevo Presidente de Estados Unidos, Barack Obama ha puesto la crisis en su correcta perspectiva histórica, estamos frente a la crisis más grave de la humanidad desde la gran depresión de 1930” decía Daniel, y se preguntaba “¿qué significa esto?, ¿cuánto afectará nuestras vidas?, ¿cómo afectará a los grupos más vulnerables?” para finalmente afirmar que “muchas de estas preguntas no tienen una respuesta, son una incertidumbre”(Rapimán, 2009). Rapimán buscaba la respuesta. Y quien avizoraría que parte de la respuesta llegaría algunos años más tarde. Por una parte, la irrupción y reemergencia de los movimientos sociales en Chile es el producto de una tensión acumulada e insostenible por esta relación de vacío de poder de la democracia frente al mercado. Y segundo, la actual pandemia terminará por desnudar la incapacidad de las dinámicas de la globalización capitalista de gerenciar una tal crisis sanitaria. Contradicciones capitalistas que terminan por hacer que “la relación de las personas con el mercado, se [haya] quebrado” decía Daniel, poniendo el conjunto de la sociedad en el impase de un diálogo de sordos, lo que llamó “zona zero” en la que: 

“el Estado enfrenta la tensión social, y en [la] que la empresa esgrime su libertad económica [colocando] a los actores en una Zona Zero. En esta Zona Zero no hay diálogo, no hay nada más que hablar, no hay nada más que entregar, no hay solución posible, sólo desasosiego y vacío. El sistema pierde su autoconfianza, el Estado trata de subsidiar esta confianza, la participación del Estado da menos confianza en los actores económicos, hay menos intercambio, no hay crecimiento, y a pesar de los esfuerzos, continuará aumentando el desempleo, ya nada asegura la productividad, radicada en la actividad privada, los mercados comienzan a desabastecerse y se gesta una crisis política sin precedentes en el mundo” (Rapimán, 2009).

Nos deja Rapimán, el cóndor-arrojado, el dirigente estudiantil de los planteles privados, dirigente de los pobres, el socialista mapuche del norte. Sin embargo, su memoria histórica, la esencia de su altura predomina y crece, hoy y mañana. Se amplía la estatura de un socialista como la mayoría, contrapuesto a la élite, popular y democrático que figuró, figura y figurará, en la memoria de las generaciones que lucharon junto a él y en la de las nuevas generaciones que lo conocerán, como un nuevo tuwün del socialismo, un faro humilde y sincero, enraizado en la transformación social y justa del mundo.

¡Hasta siempre compañero y amigo Trapi-manke!

Autores:

Juan-Pablo Pallamar

Guillermo Cabrera

Cristian Castillo

Óscar Orozco

Daniel Manouchehri

Roberto Santa Crúz

Carlos “coco” Rivera

Fernando Krauss

Pablo Gutiérrez

Referencias y fuentes

Cooperativa. «Se agudiza conflicto del pase escolar: estudiantes anuncian más protestas», Cooperativa.cl, 19 abril 2001. En línea: <https://www.cooperativa.cl/noticias/pais/se-agudiza-conflicto-del-pase-escolar-estudiantes-anuncian-mas-protestas/2001-04-19/083300.html>, consultado el 19 junio 2020.

El Mercurio Online, EMOL et Agencias. «Estudiantes de universidades privadas viajarán al Congreso para exigir crédito fiscal | Emol.com», Emol, sect. Nacional, 19 de mayo 2002. En línea: <https://www.emol.com/noticias/nacional/2002/05/19/85646/estudiantes-de-universidades-privadas-viajaran-al-congreso-para-exigir-credito-fiscal.html>, consultado el 20 de junio 2020.

Rapimán, Daniel. «La Zona Zero. La crisis que no conocemos», Daniel Rapimán, 10 de febrero 2009. En línea: <http://danielrapiman.blogspot.com/2009/02/la-zona-zero-la-crisis-que-no-conocemos.html>.

———. «La Gran Ola», Daniel Rapimán, agosto 2005. En línea: <http://danielrapiman.blogspot.com/2005/08/la-gran-ola>.

Zalaquett, José. Chile Caso 12.142 – Alejandra Matus Acuña y otros, Washington DC, Estados Unidos, Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA), 2005. En línea: <http://www.cidh.oas.org/annualrep/2005sp/Chile12142.sp.htm>, consultado el 19 de junio 2020.

RELATOS. Relatos orales de compañeros y amigos, 2020

RELATOS. Relatos escritos de compañeros y amigos. RRSS, facebook, twitter, 2020

  1.  Este texto se propone iniciar el rescate de la memoria histórica de Daniel Rapimán Asserella en la vida política de Chile en tanto socialista y quién vivió entre el 20 de febrero 1978 y lamentablemente falleció el 16 de junio 2020. Por una cuestión geográfica y temporal, el acceso a las fuentes no ha sido exhaustivo y sobre todo se encuentra limitado por el interés de los autores de publicarlo lo antes posible. El texto no tiene objetivo científico alguno, lo cual explica el lenguaje afectivo empleado en algunos pasajes. Se ha buscado dejar constancia de la política de Daniel Rapimán en la vida política chilena en tanto socialista desde inicios del siglo 21 hasta hoy, como un aporte a la memoria colectiva de las, los y les socialistas chilenos.
  2. Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios.
  3. Manuel Navarrete es uno de los empresarios del transporte colectivo de Santiago más influyente quien fue condenado a cárcel tras la aplicación de la Ley de Seguridad Interior del Estado invocada por el ministro del interior de la época, José Miguel Insulza, tras el bloqueo de Santiago en 2002 realizado por el gremio transportista en oposición a la reforma impulsada por el gobierno de Lagos.
  4. Confederación de Estudiantes de Universidades Privadas.
  5. Confederación de Estudiantes de Chile.
  6. Universidad de Santiago de Chile.
  7.  Se debe considerar que el significado en mapudungún del apellido Rapimán no es exhaustivo. El lector fácilmente podrá encontrar otros significados en los diversos diccionarios en línea a disposición. Sin embargo, las fuentes consultadas no consideran ninguna explicación lingüística que considere la cosmología Mapuche y la importancia del origen territorial de una familia o grupo emparentado cómo lo es por ejemplo el tuwün, elemento esencial para explicar el origen territorial, conceptual y metafórico de los apellidos mapuches. Se afirma también, sin mayor explicación ni contexto, que Rapimán significaría “vomito del cóndor” o “indigestión del cóndor”. Se desconoce si la palabra vómito existiría en mapundungún, ni tampoco se sabe si tal vómito se referiría tal vez a la regurgitación (vómito) como sistema biológico de las aves que consiste en “deglutir y regurgitar” como medio de transporte de alimentos. De ser así se haría referencia a la acción de “arrojar” pero también a la de “proveer” o la de “alimentar”. En ese contexto, la palabra Rapimán iría más allá de la idea de indigestión y de malestar digestivo. Pero, de cualquier modo, se trata de un debate abierto, y aquí hemos decidido interpretar el “arrojo del cóndor” de acuerdo al contexto y origen territorial que la parentela de Daniel habría tenido: cerca de Temuco y por ende, en la cuenca del río Cautín, probablemente, en sectores cordilleranos donde pueden avistarse cóndores.

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