DDHH en Colombia y Venezuela: Vivanco entrega su visión en Taller de Política Exterior de la Concertación

Política Exterior

Los Centros de Estudios de la Concertación debatieron sobre la evolución y los desafíos que enfrenta el país en su relación con América Latina y el mundo en una nueva sesión del “Taller de Política Exterior de Chile”, que en esta ocasión sesionó en la sede del Centro Democracia y Comunidad (CDC). Los Centros que se han coordinado en torno a este esfuerzo son el CED, la Corporación Proyectamérica, la Fundación Dialoga, la Fundación Felipe Herrera, el Instituto Igualdad y el Centro Democracia y Comunidad

El tema eje en esta oportunidad fue el respeto de los derechos humanos en nuestra región, por ello se contó con la especial participación de José Miguel Vivanco, director de la División de las Américas  de Human Rights Watch, quien abordó los casos de Colombia y Venezuela.

“Desarrollar en materia internacional un análisis sobre la situación de derechos humanos en determinados países nos parece ampliamente necesario, toda vez que este tema -desde el punto de vista jurídico y valórico-  va más allá de los países mirados individualmente… Es una materia que debe interesar a la comunidad internacional en su conjunto”, dijo el Presidente de la CDC, Edgardo Riveros.

Ante la consulta sobre cómo ha actuado el Gobierno de Chile en esta materia a nivel internacional, Riveros dijo: “Hay dos elementos esenciales en materia de derechos humanos: uno coherencia y  dos convicción. Coherencia, porque el análisis de los derechos humanos en los respectivos países no puede estar mediado por la impronta de adhesión o no ideológica a quién gobierne. Convicción, porque uno se mide por sus propios parámetros en lo que es su comportamiento histórico.  No se puede estar mirado el tema de los derechos humanos sólo como un tema coyuntural, tiene que ser mirado en un análisis histórico y de perspectiva”.

Realidad Regional

De acuerdo al análisis que el director de la División de las Américas  de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, en América Latina se observan contrastes evidentes, reacciones y actuaciones distintas según la ideología de quién viola los derechos humanos.

“Nos hemos topado en un ambiente de extrema polarización, donde a veces se siente unas condiciones propias de lo que pudiera haber sido la época de la guerra fría… Donde hay doble recelo, doble estándar, dependiendo de quién es el qué viola estos derechos y cuáles son las ideologías de los gobiernos que las violan…, cómo las violan o quiénes son las víctimas o a quiénes se les hace juego al denunciar esos hechos… Dependiendo de todos esos factores es que no nos pronunciamos o no en el tema de los derechos humanos”.

Colombia

Para Vivanco, Colombia es el caso “más complejo y grave de la región”. Allí, relata, hay una organización como las FARC que practican el terror, que se valen del narcotráfico. “No es un cartel de las drogas, como a veces se las describe, pero toda la información indica que lo que hacen es cobrar comisiones o ‘impuestos’ a los carteles y dejarlos operar en algunas regiones donde tiene influencia o presencia, pero también obtiene recursos sobre la base del secuestro”.

Más aún, asegura que “el secuestro es una gran industria, una gran fuente de recursos para las FARC”.

Asegura que “las FARC están disminuidas, pero no están derrotadas. De ninguna manera y cuentan con la capacidad todavía de hacer un gran daño en Colombia”, especialmente ante vía población civil.

Pero, reconoce como logró, del punto de vista de seguridad interna importante del gobierno del ex Presidente Uribe, “el despliegue de la fuerza pública, el fortalecimiento de la capacidad del Ejército para enfrentar a la FARC y reducir su campo de acción significativamente y eso, insisto, se traduce felizmente en una reducción importante de sus capacidad para secuestrara y también para reclutar a menores, que es una parte importante de los que participan en las FARC para colocar minas antipersonales, que son armas prohibidas por el derecho internacional y para asesinar selectivamente o cometer masacres”.

No obstante, advierte que “los problemas centrales que va a tener que enfrentar el gobierno del Presidente Santos, como herencia o legado de lo que ha sido la administración Uribe en materia de derechos humanos, son muchos, son muy graves y algunos de ellos de difícil resolución”.

Por ejemplo, menciona el tema de los “falsos positivos”, que son ejecuciones extrajudiciales. “En un conflicto armado un positivo es una baja en combate, un falso positivo es una baja de una persona que no era combatiente, un inocente,  que es reclutado por el Ejército y a sangre fría es asesinado y presentado como baja en combate con uniforme de guerrillero para así incrementar las cifras de bajas… Esto, que parece demencial, fue algo que se dio en Colombia con gran intensidad durante el Gobierno del Presidente Uribe”. De hecho, sostiene que las cifras superan los 1.600 casos.

Otro hecho de gravedad, asegura, fue la utilización por parte del gobierno colombiano del DAS, que es el servicio de inteligencia de ese país, “para interceptar, para hacer seguimientos, para amedrentar a la oposición, y especialmente a los jueces, a la sala penal de la Corte Suprema, activistas, miembros de la sociedad civil, a periodistas, a medios de comunicación. (…) Es una cosa propia de lo que hizo Montesinos”.

“Yo soy una de las víctimas, entre paréntesis, de los que han sido objetos de estos seguimientos e interceptaciones”.

Otra debilidad observada por Vivanco en Colombia en la administración del Presidente Uribe, fue la manera en que se abordó y los resultados alcanzados en el proceso de desmovilización del paramilitarismo.

Los paramilitares “son y han sido históricamente también los principales narcotraficantes en Colombia. De hecho, todos los principales líderes del paramilitarismo fueron extraditados de un golpe por el Presidente Uribe a los Estados Unidos”.

No obstante, Vivanco valora el accionar y rol que ha cumplido la Corte Constitucional de Colombia, quizás -dice-  “una de las más serias de  América Latina, la misma Corte que impidió una vez más la reelección de Uribe”.

Sindicalismo

“Nosotros no somos una organización globofobica ni contraria al libre comercio…No tenemos una aversión de ese tipo. Y, en general frente a los tratados de libre comercio, no hemos tenido actividad, salvo en uno: el de Colombia”.

“Nos opusimos al TLC entre Colombia y Estados Unidos, por una sencilla razón: en Colombia matan sindicalistas y matan dirigentes sindicales, algo que no ocurre en otras partes. (…) Colombia tiene el record mundial…(…) Las matanzas de sindicalistas son históricas… (…) Entre 500 y 600 casos en el régimen del Presidente Uribe”.

Por ello, asegura que ese va ser otro tema que van a tener que tratar con el Presidente Santos.

“Juan Manuel Santos ha dado muestras de tener una actitud distinta en muchos ámbitos, a pesar de haber sido el ministro de Defensa de Uribe, y yo creo que en Washington hay un ambiente -incluso por parte de la administración del Presidente Obama- para tener una discusión más precisa”.

Venezuela

El 19 de septiembre 2009, Vivanco estuvo en Venezuela donde presentó el informe “Una década de Chávez”. Lo que hace ese estudio es analizar el accionar del Presidente Chávez en función de la propia Constitución Bolivariana de 1999.

Una dificultad principal observada en esa Constitución, dice, se refiera a la libertad de información. Esto pues la Carta exige a los medios de comunicación, periodistas, opinólogos y columnistas “informar la verdad”, no hacerlo justifica ser sancionados incluso con el cierre del medio.

“Es muy difícil mantener márgenes y espacios para el ejerció pleno de la libertad de expresión cuando tú tienes una Constitución que faculta al Ejecutivo (sancionar unilateralmente)”.

De hecho, se observa una fuerte presión en el tipo de información que se trasmite y la búsqueda de imponer la propia visión y línea editorial  a los medios existentes.

Foco de atención de Human Rights Watch en Venezuela también está en el Poder Judicial, más allá de las debilidades y errores que este órgano demostró en el pasado.

“Yo diría que los problemas centrales de Venezuela, desde mi óptica, están centrados, primero, en la falta de mecanismos de control, ahí están el Poder Judicial completamente cooptado por el Poder Ejecutivo, y la cooptación se produce de una manera brutal”.

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