Culminado exitosamente el proceso de salvataje de los 33 mineros atrapados en la mina San José, y estando ellos sanos y salvo, bien merece el país abrir una conversación sobre un conjunto de temas que han rodeado este hecho: algunos positivos, como las capacidades técnicas mostradas por la ingeniería chilena y el temple y capacidad de sobrevivencia y solidaridad de los mineros, hasta otros hechos francamente negativos como las precarias condiciones laborales, y de sobre explotación del trabajo. Capítulo aparte merece, la transformación de la alabada preocupación inicial del gobierno en un inédito acto de farandulización y usufructo mediático de los hechos.
En efecto, el derrumbe de la mina San José está llamada a ocupar un rol central en la agenda política del país, siempre que se pueda romper el verdadero cerco mediático que se instaló sobre este tema, vetándose cualquier opinión disidente o que colocara alguna reflexión más de fondo sobre lo ocurrido. Algo similar ocurrió con la conmemoración del Bicentenario donde fue imposible concitar la atención de los medios para cualquier reflexión crítica, que se saliera de la pauta oficialista.
Como se ha señalado lo ocurrido con los 33 mineros, tiene aspectos positivos a destacar, como la resistencia y el espíritu solidario que animó siempre a este grupo humano. Hay allí una cultura obrera, bastante silenciada, que se ha puesto de manifiesto en sus mejores valores.
En segundo término, como saldo positivo se puede destacar la extraordinaria capacidad técnico y profesional mostrada por la ingeniería chilena, y el peso que en este rescate ha tenido la estatal Codelco.
Entre los aspectos negativos se puede constatar el nulo avance que ha tenido el tema de la seguridad laboral desde el accidente a la fecha. La única noticia fue en su momento la conformación de una excluyente Comisión presidida por la Ministra del Trabajo (rara su total ausencia en el rescate de los mineros), cuyos avances se desconocen, pero que no incluyen a ningún trabajador o dirigente sindical en su composición.
Un párrafo aparte merece el comportamiento del gobierno en este hecho. A la preocupación inicial y a la alegría nacional por el encuentro de los mineros (lo que se acrecentó por la información del Ministro de Minería que cifró en un 2% las posibilidades de encontrarlos con vida solo un par de días antes), siguió un burdo intento de control y de “privatización” del rescate de los mineros por parte del gobierno.
Probablemente la sobreexposición mediática arroje algunos resultados positivos para el gobierno y el Presidente Piñera, pero ello no borrará la sensación de abuso y manipulación política que ha dejado este episodio.
El rescate demostró que hay en Chile ingenierÃa de alta calidad. Codelco mostró todo su poderÃo en esta crisis.¿´después de lo ocurrido todavÃa querrán privatizarla?
pongale litio a piñera…el mas consuente Manuel Gonzalez queal final el encaro a Piñera y le dijo que esto no podia volver a ocurrir y que los trabajadores de la quepueña mineria tenian los mismosm derechos que los trabajadores de codelco…por fin apareción un poco de «conciencia de clase»…
No importa quien haya sido el que los haya rescatado, pero debe llevarse todos los creditos por la voluntad ferrea de no habandonar a los mineros y rescatarlos, desde el principio del derrumbe hasta los momentos vividos con gran emocion cuando fueron rescatados todos los mineros, que muestra mas se pide a quien haya hecho el esfuerzo de sacarlos, no importa quienes hayan sido, merecen ser heroes de la constancia y el esfuerzo
Que raro que un Sr que ha estado 20 años en el lado del gobierno anterior se atreba a criticar lo que ellos no fueron capaces de mejorar ,le recuerdo Sr. Ricardo Núñez que el Sr Piñera solo ha llegado hace 7 meses. No pida soluciones inmediatas para algo que ustedes no fueron capaces de solucionar en 20 año