En enero de 2019 Unilever tomó la decisión de externalizar el servicio de distribución de su sede en Lampa. Esto significó el despido de 180 trabajadores, de los cuales 154 eran socios del sindicato Nº1. Con esta medida la empresa incurrió en una infracción ya que no se le aviso ni informó previamente al sindicato, tal como establecen las Líneas Directrices de la OCDE.
Con este antecedente el sindicato presentó la queja ante el PNC de la OCDE en Chile. Al acuerdo al que se llegó, le dio la razón a los trabajadores, toda vez que la empresa incumplió una de las Directrices asociadas a la obligación de informar a la organización sindical con la suficiente antelación cuando se lleven a cabo reestructuraciones o cambios en la gestión del negocio que afecten significativamente a los trabajadores y sus organizaciones.
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