El 21 de agosto del año 2017, será una fecha que marcará un hito en la historia del país y quedará escrita en los textos escolares. Ese día, el Tribunal Constitucional (TC) declaró que la Ley sobre Aborto en Tres Causales no transgrede la legalidad impuesta por la Carta Fundamental que instauró la dictadura, en 1980.
Este es un acontecimiento que releva y visibiliza, también, la lucha que dieron muchas mujeres chilenas por despenalizar el aborto durante más de una década. Entre ellas, las dirigentas socialistas, quienes hemos estado siempre presentes en esta larga batalla. Desde el Área de Género del Instituto Igualdad, trabajamos en forma permanente, para que se despenalizara la interrupción del embarazo en las tres causales ya conocidas: Cuando está en peligro la vida de la madre; en caso de inviabilidad fetal y como consecuencia de una violación.
Tal fue nuestra exigencia al interior del Partido Socialista, que en los acuerdos de su Vigésimo Noveno Congreso General , “Eugenio González Rojas”, realizado el año 2011, se definió incluir este importante tema, indicándose que “el reconocimiento y protección de los derechos reproductivos de las mujeres era insuficiente y, que la sanción de la interrupción del embarazo en cualquier circunstancia, obligaba a muchas de ellas a recurrir a abortos inseguros e ilegales, con los consiguientes riesgos para su vida y su salud”. Por tanto, se abogaba por la libertad de las mujeres –madres, para ejercer el derecho de adoptar una decisión al respecto, en cualquiera de las tres causales mencionadas.
La historia de éstos y otros logros que hemos obtenido las mujeres, es el resultado de innumerables luchas que hemos dado mediante movilizaciones, debates, seminarios, publicaciones y diferentes formas de sensibilización dirigidas a la ciudadanía y a los parlamentarios encargados de legislar. En el caso de la despenalización del aborto, fundamentamos el derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, hicimos ver el dolor que cada una estas tres situaciones significa para quienes sufren esta situación, y dimos a conocer cifras, e informes médicos que avalaban la necesidad de poner término a esta injusta sanción.
Cabe nuevamente destacar, también, la participación y compromiso permanente de una infinidad de mujeres de movimientos feministas, militantes de otros partidos políticos, y representantes de organizaciones internacionales, que hicieron suya esta causa desde todos los frentes.
El Congreso Nacional escuchó la voz de las mayorías y dio el visto bueno a este proyecto. Luego, las fuerzas de derecha solicitaron su impugnación al TC, lo que generó que muchas organizaciones políticas, sociales, feministas e internacionales se inscribieran, para alegar frente al TC y entregaran los argumentos que sustentan la necesidad de contar con esta ley.
Fueron 5 días de oscuridad, para la mayoría de las mujeres de nuestro país, debido a la incertidumbre del Fallo. Finalmente, a las 14.30 horas del lunes 21 de agosto, se conoció el dictamen histórico: se rechazaba la impugnación del requerimiento de inconstitucionalidad de la ley hecha por los parlamentarios de CHILE VAMOS.
Es importante recordar que fue la Presidenta, Michelle Bachelet, quien puso el tema en la primera línea de la agenda política del Gobierno. Ella es una mujer socialista, quien jugándose su liderazgo, cumplió con su promesa. Como bien dijo en su mensaje “este lunes 21 ganaron las mujeres, ganó el país, ganó la libertad”.
El esfuerzo realizado valió la pena, se corrió el cerco y tendremos ley que despenaliza el aborto en las tres causales.
Nosotras agregamos: “Ganamos en dignidad e iremos por más”. Ahora el desafío es revocar lo que dispuso el TC sobre el alcance de la Objeción de Conciencia. Por 8 votos contra 2, el tribunal planteó que este derecho puede ser usado de manera institucional, es decir, cualquier persona que trabaje en uno de estos servicios puede oponerse a atender, si es que sus convicciones se lo impiden. Lo anterior, ocurre sólo como resultado de la eliminación de la palabra “en ningún caso” del texto aprobado por el Parlamento, en que señalaba “La objeción de conciencia es de carácter personal y podrá ser invocada por una institución”, cambiando el sentido y espíritu de la ley ampliando esta objeción a toda la institución.
Lo mismo ocurre con la eliminación del párrafo que aludía al vencimiento del plazo para interrumpir el embarazo en caso de violación, exponiendo a esa mujer a ser penalizada porque está fuera de plazo reglamentado en la ley. La supresión de ambas situaciones vulnera no solo la protección de los derechos y dignidad de quienes sufren alguno de estos casos extremos, sino que también, atentan contra el sentir de la mayoría de las mujeres del país.
A pesar de lo dispuesto por el TC, en relación a la Objeción de Conciencia, ahora institucional, extralimitándose en sus funciones, y de la vergüenza internacional frente al mismo tema, la invitación es a seguir luchando por nuestros derechos, autonomía y libertad. Nosotras las mujeres, junto a muchos compañeros que se han sumado, seguiremos adelante para seguir construyendo un país más igualitario y justo para todas y todos.
Raquel Neira Oviedo
Coordinación Área de Género
Instituto Igualdad