En abril de 2014 falleció Ernesto Laclau importante teórico argentino, radicado desde 1969 en Inglaterra, y cuyas tesis no solo han sido relevantes en el debate del marxismo y de la izquierda contemporánea, sino también ha sido uno de los intelectuales más influyentes sobre movimientos políticos latinoamericanos y europeos. Particularmente significativo ha sido su vinculación con la izquierda peronista argentina, a partir de la relectura que Laclau propone del término “populismo”.
“Debates y combates” (Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica (FCE), 140 páginas) , como su nombre lo indica, es un texto de polémica y en cierto sentido de contingencia, pero un buen camino para adentrarse en el pensamiento de Laclau, cuya obra fundamental, escrita en conjunto con Chantal Mouffe, sigue siendo “Hegemonía y estrategia socialista”, publicado en 1985.
En “Debates y combates”, Laclau dialoga, o más bien polemiza, con un grupo de los principales intelectuales hoy en el campo teórico de la izquierda: Slavoj Zizek, Alain Badiou, Giorgio Agamben, Michael Hart y Antonio Negri.
Laclau ha sido definido como un postmarxista, básicamente por su crítica a lo que él define como un cierto “esencialismo” del marxismo o inmanencia, según la cual los sujetos sociales supondrían una “identidad esencial” derivado de su lugar en la estructura económica. Al liberar Laclau de este determinismo a la realidad social, le permite pensar y proponer una subjetividad social transformadora mucho más contingente y azarosa.
Particularmente virulento es su debate con Zizek, la que llega a la descalificación personal, aunque finalmente lo que critica de éste es su “ortodoxia” en términos de seguir viendo a la sociedad en términos de categoría “inmanentes”, es decir, de clases sociales antagónicas, reduciendo el antagonismo social, más o menos en lo términos tradicionales marxistas, y pensando el tema de la subjetividad desde la vieja categoría de “alienación”. Para Laclau el desafío es construir en cada momento histórico al “pueblo” –con toda su diversidad de contradicciones no solo las de clases- como el sujeto político del cambio. Trabajar con esa subjetividad social mucho más “contaminada” que se encuentra en la realidad, que la que se deduce de una conciencia de clases abstracta, derivada de un “modo de producción”. De ahí que Laclau intenta resignificar el término “populista”, entendiendo a éste como un momento en el cual se logra que la subjetividad popular devenga en un momento “universalista” o para llamarlo en términos más latinoamericano “nacional-popular”.
También particularmente duras son sus críticas a Hardt y Negri, a quienes tilda de “ultraizquierdistas”, a partir de sus tesis sobre el “Imperio” y la “multitud”, entendido el primero como una fase distinta y superior al imperialismo y a la segunda –la multitud- como el nuevo sujeto político-social de la transformación. La ausencia de un “centro” de poder –el Imperio- y de un sujeto difuso y “nómade” –la multitud- , son a juicio de Laclau términos que difuminan y oscurecen la lucha política actual, y que condenan a una suerte de post-política, de consagración de una visión post-moderna. Finalmente, Imperio-multitud, se constituyen en un binomio que condenaría – a juicio de Laclau- a la impotencia política a los movimientos sociales y a la izquierda.
“Debates y Combates” es un interesante libro para adentrarse al pensamiento de Ernesto Laclau y de paso tomarle el pulso al estado del debate sobre y desde la izquierda en un ámbito de la intelectualidad crítica más productiva de estos últimos años.
Interesante reseña del libro «debates y combates» del gran intelectual postmarxista Ernesto Laclau, no obstante falto algo importantisimo de una reseña, el año de publicación del libro, en este caso dicha omisión no resta merito a su difusión.
para laclau la subjetividad revolucionaria se construye historicamente no nace de la posición de un sujeto en la estrucutra productiva. Todos los actores oprimidos pueden devenir en sujetos, no solo la clase obrera, es mas la clase obrera ha devenido en una practica reivindicacionista….lo que una politica revolucionaria debe hacer es tomar todas las subjetividades contestarias y unificarlas….constituirlas en pueblo….el pueblo seria el sujeto a construir….valorar la subjetividad de las luchas regionalistas, no mirarlas como «retraso en la conciencia», de los jovenes, de los conflictos medioambientales, los conflictos en los barrios y comunas, etc….lo importante es irlas unificando….