La Concertación ha pedido formalmente que se entregue un Bono extraordinario en marzo, atendiendo las condiciones presupuestarias de las familias, particularmente a partir del incremento de los precios de los combustibles y las alzas del pasaje del Transantiago. No cabe duda, que el impacto del alza del petróleo no solo afectará el transporte de los ciudadanos, sino impulsará un incremento de precios en distintos productos y servicios. También la necesidad de este aporte extraordinario se funda en las condiciones de especial precariedad que enfrentan las familias de las regiones afectadas por el terremoto del 27/F.
El gobierno ha dado un portazo a la petición de un “Bono Marzo”, y ha presentado como alternativa un “subsidio” aprobado en la ley de presupuesto 2011, y que está dirigido a las familias que pertenecen al programa Chile Solidario. A ello lo ha llamado un “bono permanente”, en un ejercicio de pirotecnia comunicacional que no resiste el más mínimo análisis, y que se funda en una subestimación de la capacidad de informarse de los ciudadanos.
Lo que la oposición, y la ciudadanía entiende por “bono marzo”, es aquella transferencia directa que se ha realizado en los años 2009 y 2010, en un valor aproximado de 40 mil pesos, y con una cobertura cercana a las 4 millones de personas. El propio Piñera –que hoy acusa a la oposición de “populista” por esta demanda- transformó en propuesta de campaña la entrega de un “bono marzo”, lo que concretó al inicio de su mandato.
El llamado “bono permanente” del Ministro Kast es un subsidio para un grupo de 113 mil familias, y que es parte del presupuesto nacional –concordado por gobierno y oposición- y que tiene por objetivo ir construyendo un “ingreso ético familiar”, que permita avanzar en la derrota de la extrema pobreza. Es poco serio que el Ministro de Mideplán denomine como “bono permanente” a un subsidio –inserto en una política pública como es el Chile Solidario- que tiene como finalidad favorecer a sectores de pobreza extrema, y que pretenda que ello reemplaza una transferencia extraordinaria como lo es el “Bono marzo”.
También queda flotando en el aire la sensación de que este gobierno intenta construir a través del “ingreso ético familiar” una derrota “estadística” de la extrema pobreza –es decir, por la vía de subsidios directos lograr que un grupo de familias quede por sobre la línea de indigencia y extrema pobreza-, no entendiendo que la derrota de la pobreza –desde la extrema pobreza hasta lo que hoy se denomina línea de vulnerabilidad- requiere de políticas sociales integrales y no solo de transferencias directas. Un viejo debate que separa las posiciones progresistas y conservadoras sobre la manera de enfrentar y derrotar la pobreza en Chile.
Lo cierto, es que de no producirse un cambio de opinión de último minuto en el gobierno (lo que tampoco puede descartarse por lo veleidoso de esta administración ante las presiones y su progresivo hundimiento en las encuestas), este año no habrá “bono marzo”. Por ahora, el intento es confundir sorprender a la opinión pública distraída de que ello puede ser reemplazado por un “bono permanente”.
Lo anterior no hace sino confundir un aporte extraordinario del Estado –en un contexto de importante holgura fiscal- como es el “Bono marzo”, con una política pública que se entendía estructural, y que descansaba en el exitoso programa Chile Solidario, desarrollado por los gobiernos de la Concertación, y que dice relación con la superación de la extrema pobreza. En definitiva, beneficios sociales de cobertura y naturaleza muy diferentes.
ZALDÃVAR PIDE ENTREGAR EL BONO MARZO, El senador DC Andrés ZaldÃvar aseguró que mediante una «redistribución» de gastos en las partidas presupuestarias por parte del Ministerio de Hacienda, serÃa posible entregar un «bono marzo sin problemas».
«Recursos dentro de lo que es la magnitud del Presupuesto, que son 50 mil millones de dólares, es decir, redistribuir unos 130 millones de dólares, debiese ser una acción que no debiese tener problema sobre todo si pensamos en los mayores ingresos del crecimiento (con un punto más) y el cobre, se puede pagar este Bono Marzo 2011 y uno más», aseveró ZaldÃvar.
En este sentido, indicó que «hoy están las mismas condiciones del 2010 cuando se otorgó el bono marzo, y creo se podrÃa hacer un esfuerzo como para renovar el bono».
Según el también ex titular de Hacienda del gobierno de Eduardo Frei Montalva, esto «se puede hacer sin aumentar el gasto fiscal… Se podrÃa hacer con una redistribución del gasto en las partidas presupuestarias y el ministro de Hacienda (Felipe LarraÃn) podrÃa hacerlo».
Para el falangista, «es un error comparar el bono marzo con el bono que está previsto en la Ley de Presupuesto para apuntar al salario ético o ingreso ético familiar, y como el Gobierno no ha mandado el proyecto transitoriamente, se dio la posibilidad de entregar un bono Mideplan, pero es sólo un anticipo».