Hacia un futuro progresista: Manual de Ideas. Versión en Español

La reciente crisis económica generó una suerte de “remezón” intelectual, que modificó el modo de entender las relaciones entre el Estado, el mercado y la sociedad. Si bien los vaticinios de los agoreros que pronosticaban una crisis terminal del capitalismo no estuvieron ni cerca de cumplirse, si se produjo una “crisis de la hegemonía neoliberal”. En efecto, desde al año pasado, en diversas sociedades nacionales acudimos a una perdida de fe en el Laissez Faire. Incluso algunos líderes de la derecha moderada europea se han dejado llevar por esta corriente y han llegado a defender la necesidad de un capitalismo regulado.

Ciertamente, un contexto como este puede ser asumido como una oportunidad por las corrientes socialdemócratas internacionales y por las vertientes progresistas y reformistas de los mundos liberal y socialcristiano. Sin embargo, tampoco deben sobreestimarse las oportunidades brindadas por el momento actual. Mal que mal la memoria de la crisis de 1929 aún esta presente. El que supuestamente iba  a ser el gran momento que permitiría un giro a la izquierda, fue capitalizado por corrientes nacionalistas extremas, con los trágicos resultados por todos conocidos.

En la actualidad, el riesgo es que los cambios generados por la crisis deriven en un resurgimiento de corrientes populistas, de derecha nacionalista, o por un resurgimiento neoconservador con meros maquillajes progresistas.  Ante esta situación, la cumbre de Gobernanza Progresista, realizada en Viña del Mar en marzo de 2009, reunió a discutir a diversos líderes de las corrientes progresistas internacionales. Sus planteamientos han sido reunidos en el libro Respuestas a la crisis global. Hacia un futuro progresista. Manual de Ideas.

En el libro destacan algunas ideas-fuerza que tiñen casi todos los artículos. Entre ellas la necesidad de realizar  una profunda reforma en el orden económico y financiero internacional heredado desde el fin de la  Segunda Guerra Mundial. Para alcanzar dicho fin, se plantea la necesidad de crear una nueva institucionalidad, reforzando el rol de las instituciones multilaterales.

Al mismo tiempo, y evitando caer en tentaciones localistas, los autores reconocen la importancia de la interdependencia económica y sus beneficios potenciales. Asi, plantean la necedad de no caer en la fiebre “antiglobalización”, sino que por el contrario, encauzarla a través de la creación de nuevas instituciones de carácter global. Del mismo modo, los autores aspiran a que las nuevas instituciones económicas internacionales controlen las tendencias proteccionistas de los países desarrollados.

Junto con los artículos orientados a los temas económicos internacionales, este Manual de ideas también pone énfasis en reevaluar el rol del Estado. En efecto, poniéndose a contrapelo de las corrientes predominantes en los últimos años, los autores defienden la necesidad de  un Estado que fomente el dinamismo económico y profundice su rol de redistribuidor de la riqueza. Para esto incluso algunos de los autores cuestionan la ortodoxia monetarista de las últimas décadas, defendiendo la aplicación de políticas de fomento de la demanda agregada. Al mismo tiempo, se deja en claro la necesidad de fomentar un desarrollo sustentable, combinando los imperativos  de respeto al medio ambiente con la necesidad de fomentar el desarrollo productivo.

Para descargar el Manual de Ideas (traducción al español por Instituto Igualdad), pinche aquí.

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