Los partidos políticos, incluidos los identificados con el progresismo, han sido en los últimos 20 años meros espectadores de los cambios socioculturales en relación al respeto hacia la diversidad sexual, mientras que los pocos discursos públicos favorables a la igualdad social en este plano, no se han traducido en la implementación de políticas concretas donde el mundo partidario ha tenido injerencia, como son los poderes Ejecutivo y Legislativo.
La arena política partidaria tiene entonces una deuda. En el caso del Partido Socialista, éste debiera discutir y analizar a fondo la realidad de la población LGBT, echando mano a sus propios estatutos que definen al PS como una instancia “autónoma, democrática y revolucionaria, en tanto persigue un cambio social profundo”, inspirada en el “racionalismo laico y en la doctrina internacional de los derechos humanos” a objeto de dar cuerpo a una sociedad verdaderamente “igualitaria, libertaria y fraternal.
Ojala que el PS asuma las reinvidicaciones de las minorias sexuales en este Congreso. El PS ejemplo de lucha contra toda forma de discriminación. Esa debe ser su identidad.
Me parecerÃa correcto que el PS, vanguardia de los oprimidos, tomara como bandera las reivindicaciones de las minorÃas sexuales, que en este momento no tenemos casi nadie que nos defienda, siendo vÃctimas de discriminación laboral, militar, social, etc.
SerÃa un gran paso adelante en esta titánica tarea.