El reciente anuncio de una reducción del 18% del personal de ENAP, se suma a un conjunto de informaciones oficiosas e editoriales de prensa que apuntan a una creciente jibarización y privatización de ENAP. Ello es contradictorio con la tendencia internacional de contar con una empresa estatal que permita enfrentar la compleja situación energética y la política pertrolera que los países requieren en esta coyuntura.
Existe un consenso internacional que reconoce que el petróleo fácil y barato se ha terminado. A esto se agrega el hecho que las reservas se encuentran en lugares políticamente inestables (el 60 % de las reservas mundiales de petróleo están en Medio Oriente y un cartel, la OPEP, controla el 70 % de ellas).
Por otro lado hay una gran incertidumbre sobre si la velocidad del crecimiento de la producción del petróleo permitirá sostener el ritmo de crecimiento del PIB mundial, lo que podría significar alza de precios desmedida y volatilidad de ellos. Frente a esta realidad, nos encontramos con que el sector transporte de nuestro país depende en un 98 % de los derivados del petróleo (gasolina, diesel, kerosene, etc.), lo que nos lleva a concluir en la urgencia de tener una estrategia país.
ENAP una empresa estratégica
Aparece entonces la conveniencia de potenciar a ENAP, como herramienta del Estado que nos permita enfrentar en mejor forma cualquier contingencia, tal como ocurrió cuando se produjo el corte de gas Argentino, situación en la cual, esta empresa lideró el proyecto GNL.
En la situación actual aparece como recomendable potenciar SIPETROL, filial internacional de ENAP. Esta actualmente produce petróleo explotando yacimientos en Argentina, Ecuador y Egipto. Existen coyunturas de mercado que SIPETROL podría aprovechar para aumentar su producción. Una de ellas es asociarse con PETROBRAS en la explotación de áreas que la empresa brasilera está dejando de lado para concentrarse en la explotación de los gigantes yacimientos costa afuera del presal. También podría intensificar sus trabajos en Ecuador o en otros lugares del mundo. SIPETROL tiene una importante ventaja comparativa respecto de las petroleras privadas internacionales: por ser del Estado chileno puede establecer lazos a nivel de gobierno con países como Brasil y Ecuador, en un sector estratégico para cualquier nación.
Política del Gobierno del Presidente Piñera respecto de ENAP
Frente a la realidad anterior se ha podido comprobar que el Gobierno del Presidente Piñera, muy por el contrario, se ha empeñado mediante una serie de acciones, en restar valor a ENAP y a estudiar formas de limitar sus capacidades que le permitirían ser un órgano ejecutor efectivo, de políticas públicas en relación a la energía. Primero fue el emprender estudios tendientes a vender SIPETROL y el 20 % de participación en GNL Quinteros.
Más recientemente, el Presidente en su visita la ciudad de Punta Arenas omitió visitar ENAP, pero si lo hizo a las instalaciones de GEOPARK, empresa internacional, que produce petróleo y gas acogida al sistema de Contratos Especiales de Operación ( CEOP’s). Más aún, emitió una crítica velada cuando dijo que en Magallanes hay petróleo y gas, pero hay que saber buscarlo. A esto se agrega una comparación poco feliz que realizó la Intendenta de Magallanes entre ENAP y GEOPARK cuando afirmó que realizaban actividades similares, teniendo esta última sólo un 10 % del personal que tiene la estatal, lo cual no es efectivo, como lo sabe cualquier persona con un mínimo conocimiento de ambas empresas.
Se puede concluir que no existe una política petrolera que vaya más allá de sanear las finanzas de ENAP, a cualquier precio. Se habla de reducir personal sin haber planteado primero una política petrolera en función de las necesidades vitales del país y el plan estratégico de desarrollo correspondiente, que indique donde habría que hacer las reducciones de personal si eso fuera necesario y donde conviene reforzar la capacidad profesional para lograr los objetivos del plan.
Es urgente un pronunciamiento sobre la política petrolera del país de parte del Ministro de Energía, quien también es el Presidente del Directorio de ENAP. Y ciertamente, de los parlamentarios y autoridades políticas del llamado mundo progresista y de centroizquierda.
Hay una gran operación en marcha para privatizar ENAP bajo este gobierno. Si la Concertación no se prepara ni actua a tiempo, este va a ser uno de los grandes trofeos de la derecha en este perÃodo.
Ernesto:
Creo que esta información se debe difundir más allá de los canales actuales, ampliando y complementandola un poco para llegar a otro público. Es decir, apuntar a la masividad y deseablemente a la movilización en favor de ENAP