El patrimonio cultural no es solo una etiqueta o una actividad histórica de arrastre para el estado, es sin duda el entramador de la identidad, la igualdad ,la economía, el capital humano y la sostenibilidad de un país.
Aquellos países desarrollados invierten mínimo un 1% en la cultura y el patrimonio,Chile no supera hoy el 0,37%.
Se requieren políticas públicas no discrecionales, que tengan financiamiento asegurado por ley, y accesibilidad y calidad garantizadas a estas políticas públicas, por ello deben estar consagradas en una nueva constitución, porque el patrimonio cultural es un derecho y otorga grandeza a un país.