Hoy, 30 de Agosto, se conmemora a los y las detenidos y detenidas desaparecidos/das y con ello el mundo contribuye a darle visibilidad a uno de los crímenes más brutales que se puedan cometer contra los seres humanos. En Chile, esta práctica fue instituida por el Estado durante la Dictadura que la ejerció de manera sistemática y generalizada contra todos y todas que hubieran participado en partidos políticos, sindicatos y movimientos afines con el gobierno democrático de Salvador Allende.
Fueron las organizaciones de familiares de las víctimas quienes lograron que en este día se nos recordara que allí donde se perpetró la desaparición forzada los Estados tienen deberes democráticos y que para ello se requiere verdad, justicia y reparación para que nunca más lleguemos a umbrales tan bajos de humanidad. Gracias a ellas hoy el mundo cuenta con tratados que obligan a los Estados a investigar y sancionar a quienes cometieron este delito de lesa humanidad y a promover una memoria sobre lo sucedido que impida que estos hechos vuelvan a ocurrir.
En Chile, más de tres mil personas fueron arrebatadas a sus familiares y poco más de cien víctimas han podido ser encontradas. La larga jornada de la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos y la Asociación de Ejecutados Políticos ha sostenido, contra todos los intentos de impunidad, su demanda en el tiempo. Gracias a su labor, la sociedad tiene memoria y exige saber donde están.
Como Instituto Igualdad, manifestamos nuestro apoyo y solidaridad con ellas y con el movimiento de derechos humanos en Chile.
