EL CHIVO EXPIATORIO

Escasos son quienes aún albergan dudas acerca de que la situación política que vive el país es grave. No podía ser de otra manera, alguna vez esta sociedad de mercado- modelo social y económico donde todo, incluyendo la política, tiene un precio que se transa en el mercado- tenía que mostrar realidades y vergüenzas que por muchos años se barrieron bajo la alfombra. Es claro, Chile crecía a cifras nunca vistas por estos pagos y el modelito algo chorreaba, lo suficiente como para que millones de desaprensivos chilenos se endeudasen a niveles tampoco antes vistos en la historia financiera del país. Un amigo emprendedor, tan socialista como yo, me decía en 1987 a mi retorno del exilio “ahora lo importante es que te endeudes…eso demostrará que tienes espíritu de empresa, y que tienes espaldas. Basta, vas a un banco y te pasan plata…sin aval”. No entendí esta suerte de consejo pero lo guardé en mi disco duro. Ahora me lo explico, el hombre marcaba el paso al ritmo del modelo… unos pocos engordando la billetera grande y la inmensa mayoría acumulando deudas con el espejismo de que trabajando y endeudándose se encaminaban con paso seguro a formar parte del 1%.

Los escándalos en serie protagonizados por parlamentarios, y “generosos” grandes empresarios, negocios inmobiliarios de dudosa catadura, colusiones que muestran que en Chile no existe libre competencia, financiamiento ilegal de campañas políticas, coimas a porfía, abusos, etc. han terminado por poner en duda la seriedad y solidez de nuestro modelo de desarrollo y de paso el prestigio del país frente al mundo. La fama de país serio y exitoso, cacareada y acariciada durante años por gobernantes y empresarios en todos los escenarios, resulta que no era tal. Era un simple mito. La cosa se puso mala, muy mala. La crisis política, de confianza y credibilidad en las autoridades golpea con fuerza al país y pone en cuestión la calidad de nuestra democracia.

Buscando comenzar y solo comenzar, a dar respuesta a nuestros problemas, en especial superar las graves desigualdades que son una herida abierta en el cuerpo social, Michelle Bachelet instaló en la agenda varias reformas, algunas de ellas estructurales, otras no tanto, Dos de aquellas, la tributaria y la laboral, tocaban los intereses del 1% más rico del país y ahí ardió Troya. ¡¡Ah!! ¡¡Eso si que no!! corearon al unísono los soberbios dueños del país y su comparsa política conservadora. ¡¡ Esto es chavismo!! A partir de allí la culpable de todos los problemas de Chile pasó a ser la Presidenta y sus reformas desde luego. Bueno, pero ¿ Quienes son los verdaderos responsables de los líos de fondo producto de un modelo económico neoliberal concentrador y excluyente que ha generado niveles de desigualdad entre los chilenos únicas en el mundo y que ha instalado a la “avaricia como motor del desarrollo” ( Milton Friedman) con su secuela la sociedad de mercado? ¿Quiénes fueron los que pusieron ruedas a las empresas del estado privatizadas durante su dictadura a precio vil y con platas de CORFO y Banco del Estado? ¿Quienes fueron los que asaltaron el poder con mano mora en 1973 e impusieron luego una Constitución tramposa?. Los responsables de todo esto son los mismos que estiman que las reformas de marras atentan contra un modelo que les permitió y permite ganar dinero a manos llenas y a como de lugar. Sin obstáculo político ni constitucional alguno. Entonces se alzan y claman porque , ¡¡eso no se puede tocar y punto!! Desencadenaron entonces una brutal campaña mediática y política contra la Presidenta y sus reformas solo superada por la que se orquestó contra el Presidente Allende y que culminó con el golpe de estado de 1973.

A esta altura creo que es bueno recordar la historia del “chivo expiatorio”. Nos relata la Biblia en el Levítico que el día más importante del año para los antiguos hebreos era el de la Expiación. Ese día el Sumo Sacerdote del Templo de Jerusalem elegía dos machos cabríos, uno era sacrificado por el alto dignatario religioso de mano propia cargando en él los pecados de la grey asistente a la ceremonia y el otro, convenientemente cargado con los pecados de todo el pueblo hebreo, era conducido a la muerte en el desierto de Azael nos relata el Levítico. Este último animalito es el que pasaba a ser el “chivo expiatorio”.

Los grandes señores sintieron que corrían peligro sus sagradas faltrinqueras. Había que encontrar una salida que les permitiese mantener su poder económico y político y además sus privilegios. Sintieron que había llegado la hora de sus criollos Sumos Sacerdotes , celosos guardianes del Templo Sagrado del Modelo. Estos personajes conforman una tribu variopinta donde concurren, conservadores de la NM cuyo pragmatismo finalmente los llevó a transformarse en testaferros del 1% , derecha política, parlamentarios de transparencia relativa, lobystas, diarios del duopolio, derecha política, yanaconas y plumarios de distinta alcurnia etc. A ellos acudieron estos grandes pecadores con sus conciencias cargadas de toda clase de pecados y vicios como la avaricia, la hipocresía, el peculado, la apropiación maliciosa o indebida de empresas del Estado, complicidad pasiva en los crímenes de la dictadura, las colusiones, el financiamiento ilegal de la política ,etc. En la defensa de los intereses de estos grandes patrones, los Sumos Sacerdotes apercibidos de que la gente en su desconfianza disparaba contra todo lo que se movía y aprovechando errores y desprolijidades del Gobierno , dispararon a la cabeza de la Presidenta responsabilizándola de todos los males del país y desde luego también de los pecados de los dueños de Chile . CAVAL y los errores de Peñailillo y su G90 les vinieron de perilla en la estrategia. Los Sumos Sacerdotes lograron así encontrar una moderna “chiva expiatoria”. La Presidenta Michelle Bachelet. Esto no es aceptable. No es ella la responsable de los errores y pecados de una tan larga transición. Los responsables principales son nuestros Sumos Sacerdotes y sus grandes patrones. Por su puesto que no pretendo eximirla de su responsabilidad en la crisis política que sacude al país, de ninguna manera. Ella ha sido Presidenta en dos períodos , por tanto algo tiene que ver con los serios problemas que vive el país. Su débil ejercicio del liderazgo , extrema flojedad en la toma de decisiones sumado a las desprolijidades de la Moneda, han puesto lo suyo. Lo que pretendo es alertar acerca de cuales son las verdaderas intenciones y la estrategia las de los grandes patrones de este país y sus Sumos Sacerdotes, intenciones que tienen que ver, más con el control de las palancas de poder y la mantención de sus privilegios, que con los intereses de un país extremadamente desigual y donde el abuso y la injusticia son la norma.

Dr ARIEL ULLOA

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