Historiadora peruana expone en Igualdad

McEvoy

La destacada historiadora peruana Carmen Mc Evoy expuso el pasado 19 de julio en la sede del Instituto Igualdad. Una intervención de gran interés y profundidad en un momento clave para las relaciones entre Chile y Perú. La historiadora Mc Evoy es una especialista en las relaciones entre Chile y Perú.

Entre sus libros más y publicaciones más relevantes se pueden señalar varias relativas a la Guerra del Pacífico, entre los que destaca: “ Guerreros civilizadores: política, sociedad y cultura en Chile durante la Guerra del Pacífico”.

A continuación un extracto de una entrevista dada en 2011 para el diario El Mercurio:

-Como historiadora peruana, ¿cuál es su motivación para estudiar la Guerra del Pacífico desde la óptica de la república vencedora?

“La Guerra del Pacífico es uno de los eventos más importantes del siglo XIX en Sudamérica. El conflicto armado significó un cambio radical en las fronteras de Bolivia, Chile y el Perú. La derrota por un lado y la victoria por otro colaboraron en la forja de mentalidades, conductas e incluso actitudes muy particulares. En mi caso específico, es obvio que como ciudadana peruana no puedo escapar de una historia nacional que me ha marcado, sin embargo, como latinoamericanista, pienso que la pasión que la guerra aún despierta no ha permitido que se le estudie como un hecho del pasado. Un hecho que tiene un contexto, una dinámica y una lógica política y cultural sumamente interesante.

Por mucho tiempo la historiografía peruana estuvo entrampada en una visión “traumática” de la guerra. Una visión que anteponía la humillación y el dolor, un enfoque tremendista de la derrota, a la asimilación racional y analítica del acontecimiento dentro del marco de la construcción republicana peruana. Mirar al otro bando permite salir de dicho entrampe, insertar la contienda en un marco más amplio; el gran contexto de la Guerra del Pacífico es el de la construcción de estado-naciones en el viejo territorio del Virreinato del Perú. Y, en ese sentido, la “marginalidad” chilena frente a la “centralidad” peruana fue más favorable para forjar un estado-nación más apto para afrontar los retos de la cohesión interna y la consolidación externa que trajo la “era del capital”.

-Desde el punto de vista de la tradición historiográfica y narrativa chilena sobre este hecho, ¿cuál es la contribución que quiere hacer usted a dicha tradición con su libro?

“Aunque mi libro se sitúa, más bien en el debate latinoamericano sobre la construcción de naciones en el XIX, reconozco que puede significar un aporte crítico al debate historiográfico propiamente chileno sobre el tema; del singular nacionalismo chileno, sobre todo; singular por su cohesión interna y su agresividad (por la razón o por la fuerza) de índole portaliana. Una mirada desde los bordes, una suerte de ‘visión de los vencidos’ obliga a revisar visiones celebratorias o teleológicas, largamente establecidas”.

-Y en su país, ¿cómo se inserta este libro dentro de la tradición de historiadores sobre la Guerra del Pacífico?

“Como dije antes, la historiografía peruana de las últimas décadas ha pugnado por romper la visión “traumática” de la guerra. Una visión estacionaria e infértil que ha comenzado a ser desplazada por investigaciones que, por ejemplo, exploran la dimensión regional de la guerra, la participación indígena, la dimensión internacional, la ocupación y, por supuesto, la dimensión propiamente militar. La campaña de la Breña, en particular, emerge como tema favorito, no sólo por razones patrióticas sino porque aparece como una ventana para explorar aspectos muy complejos de la sociedad peruana atizados y revelados por la dinámica bélica. En mi caso, al haber tenido la oportunidad de trabajar archivos chilenos, no solamente he logrado dar una visión del contendor sino iluminar aspectos importantes de la guerra al poder consultar imprescindibles fuentes peruanas retenidas hace más de un siglo en archivos chilenos”.

-Este libro está realizado a partir de archivos exclusivamente chilenos. ¿Pudo acceder a documentos, cartas y otro tipo de fuentes que constituyeran una novedad para el estudio de la guerra?

“Aparte de una amplia consulta de la prensa regional, de los Ministerios de Guerra, de Gobierno, de las cartas de presidentes, militares, ministros y soldados, las fuentes procedentes del archivo de Benjamín Vicuña Mackenna me han permitido no sólo reconstruir el discurso del nacionalismo chileno sino rastrear su influencia específica en los múltiples actores de la guerra. Lo anterior ha sido posible debido al excepcional trabajo de recopilación documental y testimonial realizado por Vicuña Mackenna, quien se propuso escribir una suerte de historia de la guerra en tiempo real. El político y periodista articuló una excepcional maquinaria comunicacional que incluía desde la captura de documentos peruanos como parte del esfuerzo bélico hasta la entrevista a cientos o acaso miles de soldados que retornaban del campo de batalla”.

-¿Cómo fue la experiencia de trabajar en los archivos chilenos?

“El orden, la amplitud y la fuerte institucionalización de los archivos chilenos es lo que me ha permitido la detallada reconstrucción que mi libro presenta; ese nivel de detalle es imprescindible para la confección de un libro que, más que demostrar una determinada teoría, presenta la historia de una vanguardia política confrontada con la contingencia y, subsecuentemente, cómo esa vanguardia fue capaz de montar acaso la más notable y eficiente maquinaria de guerra del XIX latinoamericano”.

-El libro maneja como concepto clave aquel que titula el libro: “Guerreros civilizadores”. ¿Cuál es el significado de este concepto en el desarrollo de su tesis?

“Recobra para nuestra comprensión de la historia el papel de las ideas, de la ideología, como la argamasa que cohesiona e imprime dirección a miles de voluntades individuales. En este caso, esa idea era que la guerra contra Bolivia y Perú -con todas sus implicancias morales, psicológicas, humanitarias- era, fundamentalmente, un imperativo de la historia, el choque inevitable entre la marcha de Chile hacia la civilización que, para concretarse, debía superar el obstáculo del ‘atraso’ y la ‘barbarie’ de sus vecinos norteños. Una especie de ‘destino manifiesto’ que, en rigor, propiciaba una reescritura de la historia en la que el viejo territorio remoto ajustaba cuentas con la vieja metrópoli colonial”.

-¿En qué medida piensa usted, los trabajos históricos recientes pueden contribuir a distender la mirada actual que existe en Chile y Perú sobre la Guerra del Pacífico?

“En la medida que se profundiza en su estudio, la Guerra del Pacífico es menos memoria lacerante o epopeya espartana y más pasado histórico, lo que abre las puertas para elaboraciones menos pasionales y más racionales y realistas. Pienso que si la guerra deja de habitar en el presente, es decir si la transformamos en objeto de estudio, ella puede convertirse en un laboratorio fascinante para los historiadores de la región”.

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