Seminario Internacional: América latina en el siglo XXI

Seminario Internacional

Con la presencia del ex Presidente Ricardo Lagos, invitados internacionales latinoamericanos de Brasil, Argentina, Uruguay, Panamá, Bolivia,  Cuba, Ecuador, y la presencia de los Premios nacionales chilenos de Humanidades y Ciencias Sociales Ricardo Ffrench-Davis y Manuel Antonio Garretón, el ex embajador Luis Maira y el presidente de la Comisión de RREE de la Cámara Diputados Marcelo Díaz, se dará cita al seminario América latina en el siglo XXI el próximo 5 y 6 de mayo.

El evento organizado por el Instituto Igualdad se realiza en el marco del XXIX Congreso del Partido Socialista. El Seminario Internacional se llevará a cabo en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos (Matucana 501, metro Quinta Normal), y cuenta con el apoyo de la Fundación F. Ebert y la Comisión Organizadora del Congreso socialista.

A continuación se entrega el Programa del seminario:

SEMINARIO INTERNACIONAL
AMÉRICA LATINA EN EL SIGLO XXI: DESARROLLO, INTEGRACIÓN REGIONAL Y DEMOCRACIA:
Miradas desde el socialismo latinoamericano

Santiago, 5 y 6 de Mayo 2011
Auditorio Museo de la Memoria y de los Derechos Humanos

PROGRAMA

JUEVES 05 DE MAYO

09:00 a 09:30 hrs.: Inscripción y entrega de credenciales

09:30 a 10:00 hrs.: Inauguración

  • Ricardo Núñez, Presidente del Instituto Igualdad
  • Alberto Koschützke, Representante Fundación Friedrich Ebert en Chile
  • Jaime Gazmuri, Presidente Comisión Organizadora del XXIX Congreso
  • Osvaldo Andrade, Presidente del Partido Socialista de Chile

10:00 a 10:30 hrs.: Intervención del Ex Presidente de la República, Ricardo Lagos Escobar

10:30 a 10:50 hrs.: Café

10:50 a 11:50 hrs.: PRIMER PANEL “AMÉRICA LATINA, PERSPECTIVAS Y OPCIONES PARA EL DESARROLLO”
Panelistas:

  • Carlos Tomada. Actual Ministro del Trabajo, Empleo y Seguridad social, Argentina.
  • Fernando Calderón. Sociólogo boliviano y ex secretario ejecutivo de CLACSO.
  • Ricardo Ffrench Davis. Economista chileno. Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2007.
  • Moderadora: Paula Quintana. Ex Ministra de Planificación, miembro del directorio de Igualdad.

11:50 a 12:20 hrs.: Preguntas y consultas de asistentes

15:00 a 16:20 hrs.: SEGUNDO PANEL “DEMOCRACIA, PARTIDOS Y MOVIMIENTOS SOCIALES”
Panelistas:

  • Hermes Binner. Gobernador de la Provincia de Santa Fe. Dirigente del Partido Socialista argentino.
  • María Paula Romo. Parlamentaria, miembro de la Asamblea Nacional de Ecuador.
  • Eduardo Fernández. Secretario General del Partido Socialista de Uruguay y miembro del Secretariado del Frente Amplio.
  • Manuel Antonio Garretón. Sociólogo chileno. Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2005.
  • Moderador: Felipe Jeldres. Encargado de RR.II. de la Juventud Socialista de Chile.

16:20 a 16:40 hrs.: Preguntas y consultas de asistentes

16:40 a 16:50 hrs.: Café

16:50 a 17:50 hrs.: TERCER PANEL “ESTADOS UNIDOS y AMÉRICA LATINA: ¿Un nuevo diálogo?”
Panelistas:

  • Valter Pomar. Secretario ejecutivo del Foro de Sao Paulo y ex Secretario internacional del Partido de los Trabajadores de Brasil.
  • Rafael Hernández. Politólogo y académico cubano que dirige la revista “Temas”, que se publica en La Habana desde hace 15 años.
  • Luis Maira. Abogado y político chileno. Ha sido Ministro de Estado y Embajador.
  • Moderador: Julio Sau. Comisión de RRII. del PS y Taller internacional Instituto Igualdad.

17:50 a 18:15 hrs.: Preguntas y consultas de asistentes

VIERNES 06 DE MAYO

09:30 a 11:00 hrs.: CUARTO PANEL “GLOBALIZACIÓN E INTEGRACIÓN REGIONAL”
Panelistas:

  • Samuel Pinheiro Guimaraes. Aactual Alto Representante del Mercosur. Fue ministro de la Secretaría de Asuntos Estratégicos (SAE) de la Presidencia y Secretario General del Ministerio de RR.EE. de Brasil.
  • Fernando Bustamante. Parlamentario, miembro de la Asamblea Nacional de Ecuador.
  • Nils Castro. Cientista político panameño. Fundador del Partido Revolucionario Democrático de Panamá. Internacional Socialista.
  • Marcelo Díaz. Diputado y Vicepresidente del PS de Chile.
  • Moderador: Álvaro Elizalde. Vicepresidente del PS de Chile.

11:15 hrs.: CIERRE DEL SEMINARIO

  • Ricardo Núñez, Presidente del Instituto Igualdad
  • Ernesto Águila, Director ejecutivo del Instituto Igualdad

11:30 hrs.: Café

Detalle de los expositores.

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  1. ¿Es Brasil una burbuja?
    MOISÉS NAÍM, El Pais
    Este es el segundo tema que domina las conversaciones en Brasil. El primero, y mucho más popular, es la celebración de sus enormes éxitos: los millones de pobres que han dejado de serlo, la impresionante pujanza de sus empresas, las enormes oportunidades y la mayor prosperidad. Si bien los problemas aún son grandes (miseria, crimen, corrupción, desigualdad), el optimismo también lo es. Los brasileños, siempre alegres, están ahora más contentos que nunca. Y con mucha razón. Las cosas van muy bien. Y eso lleva a la segunda conversación obligada: ¿cuánto durará la fiesta? ¿Cómo -quién- nos puede descarrilar este raudo tren hacia la prosperidad?, se preguntan. Paradójicamente, los motivos del éxito también son la fuente de las ansiedades. En los últimos cinco años, el crédito ha crecido hasta alcanzar el 45% del tamaño de la economía. Así, los brasileños han encontrado quien les preste para comprar casas, motocicletas, refrigeradores y todo lo demás -muchos por primera vez-. Y no les ha importado que las tasas de interés de esos préstamos sean las segundas más altas del mundo o que las familias brasileñas deban hoy dedicar un 20% de sus ingresos a pagar sus deudas.

    Brasil
    A FONDO
    Capital: Brasilia.Gobierno:República Federal.Población:191,908,598 (2008)La noticia en otros webs
    webs en español
    en otros idiomas
    O Dilma Rousseff le baja el volumen a la fiesta o los mercados lo harán de forma descontrolada
    Este auge del crédito y el consumo obedece, en parte, a los millones de nuevos empleos y los mejores salarios generados por la expansión económica. Mientras las economías más ricas cayeron un 2,7% durante la crisis de 2008-2009, Brasil creció al 5%, y el año pasado lo hizo al 7,5%. El paro se ha reducido a los niveles más bajos en décadas y en muchos sectores las empresas no consiguen los trabajadores que necesitan. Los altos precios internacionales de los minerales y productos agrícolas, que Brasil exporta en grandes cantidades, contribuyen a esta expansión.

    Los inversionistas internacionales también están eufóricos con Brasil. La inversión extranjera directa creció un 90% el año pasado. La avalancha de fondos foráneos que está cayendo sobre Brasil, atraídos por sus altas tasas de interés, está obligando al Gobierno a considerar la posibilidad de imponer límites más estrictos al capital especulativo. Los flujos de capital extranjero y los ingresos por exportaciones han llenado las arcas brasileñas con divisas de otros países, lo cual ha encarecido el valor de su moneda. El tipo de cambio ajustado a la inflación es hoy un 47% más caro de lo que fue su promedio en la última década. El real es la moneda más sobrevalorada del mundo.

    Inevitablemente, la combinación de una moneda cara, la euforia de los inversionistas extranjeros, el aumento del consumo y los cuellos de botella que existen para satisfacer una demanda que crece aceleradamente hace que todo sea más caro. Brasil, que sigue siendo una nación muy pobre, es actualmente uno de los países más caros del planeta. El precio de la vivienda en Río de Janeiro y São Paulo casi se ha duplicado desde 2008. Alquilar oficinas en Río es hoy más costoso que hacerlo en Nueva York, y los salarios de los ejecutivos en São Paulo son mayores que en Londres o Manhattan. Y la inflación para todos está subiendo hasta el punto de que la presidenta, Dilma Rousseff, ha declarado que es su principal preocupación. No hay duda de que la economía esta sobrecalentada.

    Pero ¿es Brasil una burbuja financiera? No. El progreso de Brasil y su potencial no son una ilusión. Se basan en logros concretos y fortalezas reales. Pero la economía brasileña sí tiene aspectos insostenibles. La expansión del crédito y el crecimiento del gasto público no pueden seguir al ritmo actual. Hay muchas reformas estructurales importantes que el expresidente Lula da Silva pospuso -Brasil tiene algunos de los jubilados más jóvenes del mundo, por ejemplo-. El Gobierno chino invierte anualmente en infraestructura (vías, aeropuertos, hospitales, etcétera) un monto equivalente al 12% de su economía. Brasil, tan solo el 1,5%. Esto explica, en parte, por qué la economía brasileña se «recalienta» a pesar de que este año solo crece al 4,5%. ¿Qué pasaría si creciera al 10% varios años seguidos? Su decrépita infraestructura no lo permitiría.

    En estos momentos la prioridad es estabilizar la economía. Esto implica tomar medidas políticamente impopulares: desacelerar el consumo, por ejemplo. Y otras. O la presidenta Dilma Rousseff le baja el volumen a la fiesta y lo hace ahora de una manera controlada, o los mercados «se lo harán» de una manera descontrolada y socialmente más dolorosa. La euforia y la complacencia son las enemigas más amenazantes para el exitoso Brasil de hoy.

  2. Argentina: Un país sin candidatos

    La singularidad argentina ha encontrado un nuevo modo de expresarse, acaso más sorprendente que las anteriores: a seis meses de las elecciones presidenciales, aún no hay ningún candidato. Precandidatos, varios, quizás muchos, pero con una propensión al misterio y al cálculo que también los anula como tales.

    El principal suspenso lo provee la Presidenta Cristina Fernández. Buenos Aires hierve de rumores acerca de si se presentará o no a la reelección, pero son mayoría los analistas que consideran impensable que la principal figura del kirchnerismo renuncie a pasar un nuevo quinquenio en la Casa Rosada. Ya no se trata sólo de ella, sino de los grupos de la izquierda dura que han ganado posiciones en el gobierno y que han producido la virtual implosión del peronismo. Así como asumió sobre la base del Partido Justicialista, el matrimonio Kirchner-Fernández parece haberlo terminado.

    Significativamente, uno de esos grupos -uno de cuyos dirigentes es el hijo de la Presidenta- se denomina «La Cámpora», en homenaje a Héctor Cámpora, el hombre de paja que ganó la Presidencia para abrir paso al regreso de Juan Domingo Perón en 1973 y al que los Montoneros llamaban cariñosamente «El Tío». En «La Cámpora» predominan profesionales jóvenes, que no vivieron esa época. Los antiguos Montoneros son hoy como esos hippies canosos que recorren las carreteras en motos refaccionadas y no están con el kirchnerismo, sino con Fernando «Pino» Solanas, cineasta legendario de la izquierda revolucionaria, que fue elegido diputado en el 2009 con una votación sorprendente. La izquierda no se encuentra con la izquierda por razones de edad.

    Las encuestas dicen que la única persona que podría ganar las elecciones en primera vuelta sería Cristina Fernández, si es que no tuviese uno o más contrincantes fuertes que forzaran el paso a una segunda vuelta. Esta posibilidad aportaría incertidumbre a lo que de momento parece una carrera corrida: un candidato alternativo en el ballotage podría convocar a las fuerzas de izquierda, centro y derecha que constituyen la dispersa oposición al oficialismo.

    Las dificultades que plantea este panorama son una de las explicaciones para la falta de acuerdo en la oposición. La otra, la principal, es la nube de cálculos en que están envueltos sus dirigentes, que descienden desde la Presidencia hasta las gobernaciones provinciales, desde el poder nacional hasta el bravísimo poder regional derivado de la institucionalidad federal.

    Una bala de plata la tendría Francisco de Narváez, que en el 2009 derrotó al mismísimo Néstor Kirchner en el bastión fuerte del kirchnerismo, la provincia de Buenos Aires (distinta de la ciudad), donde se concentra más del 35% del electorado. No sólo eso: también se concentran las decenas de «villas miseria» que configuran la principal base de apoyo del kirchnerismo y la cantera de sus fuerzas de masas.

    Pero De Narváez nació en Colombia y por ello la Constitución le impide aspirar a la Presidencia.

    En teoría, De Narváez podría traspasar su popularidad a otra persona y es probable que ese elegido fuese Mauricio Macri, el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Así habría ocurrido hace unos meses, cuando Macri era todavía el favorito de la derecha, los empresarios y la disciplina fiscal. Pero ahora Macri sufre el veto de los radicales, de la izquierda y del llamado «peronismo disidente», todos los cuales tienen precandidatos propios: Ricardo Alfonsín, Elisa Carrió, «Pino» Solanas, Hermes Binner, Margarita Stolbizer, Eduardo Duhalde. Una sopa de letras.

    La política argentina no sigue ningún patrón, excepto en una cosa: la ineficacia de una oposición fraccionada. Mientras pasan las semanas rumbo a las elecciones, persisten los desacuerdos cruzados y a veces hasta parecen aumentar. El gobierno sigue su marcha, pero el grado de envilecimiento de la política que se ha producido desde el 2001 no hace más que crecer. El oficialismo depende hoy más que antes de los piqueteros y de las barras bravas, y los agitadores compran las movilizaciones a precios más caros.

    En verdad, Argentina sufre un déficit de liderazgo desde hace más de 15 años. Casi todo lo que ha ocurrido después de la primera elección de Carlos Saúl Menem (no de la segunda, que ya fue un desastre) se ha debido al clientelismo practicado desde el gobierno. El kirchnerismo se levantó desde el 22% original hasta lo que es hoy gracias al control del aparato estatal y ha construido su proyecto con un poco de audacia y mucho de improvisación.

    La situación actual favorece una prolongación de ese proceso, aunque sólo de una manera aparente. Sin la Presidenta Cristina Fernández, el kirchnerismo podría convertirse en humo. Pero si repostula y prosigue en el poder, es posible que no haga más que retardar el fin del ciclo que ella y su difunto marido han representado en la política argentina (como, bajo condiciones muy diferentes, lo fue también Michelle Bachelet en Chile).

    Un nuevo gobierno de Fernández representaría una apuesta por la continuidad. La pregunta es si la sociedad argentina, que huyó del abismo con Néstor Kirchner pero que no ha logrado salir de la inseguridad, la pobreza, la inflación y el delito, prefiere simplemente el diablo conocido que al inmenso experimento que sería necesario para cambiar el curso de las cosas.

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