CASEN 2009: Crisis Económica, Pobreza y Protección Social

Protección Social

Por Clarisa Hardy, Fundación Dialoga.

La Comisión Económica para América Latina, CEPAL, anticipó el efecto que tendría la crisis económica en la pobreza de todos los países latinoamericanos en 2009, adelantando que, después de seis años de alentadora disminución, la pobreza y la indigencia en la región aumentarían por una combinación de pérdidas de puestos de trabajo y alzas en el precio de los alimentos.

La CEPAL agregó que, si bien la crisis económica no elimina los logros de los últimos años, frena y revierte la tendencia. Y que gracias a políticas fiscales contracíclicas que han permitido sostener el gasto social, el impacto de la crisis ha sido, en América Latina, menos serio que en el resto del mundo.

Chile no es la excepción. Tras la peor crisis económica mundial en 80 años, estábamos preparados para la mala noticia que la Casen 2009 nos traería, revirtiendo un proceso sostenido de reducción de la pobreza desde 1990 a 2006. La duda era cuánto sería el retroceso y qué hubiera ocurrido de no mediar políticas de contención y mitigación, como las que implementó el gobierno de Bachelet durante la crisis.

Vistas las reiteradas apreciaciones anteriores a la entrega de la encuesta de parte de autoridades de gobierno, así como algunas destempladas afirmaciones del propio Presidente Piñera al dar a conocer el miércoles los resultados, estamos en la antesala de un injustificado cuestionamiento a las políticas sociales de los gobiernos de la Concertación y, en particular, de la Presidenta Bachelet.

Veamos la Casen 2009. En primer lugar, cabe destacar el salto enorme que se produce en el valor de la canasta que permite fijar la línea de la pobreza, debido a las alzas en los precios de los alimentos: mientras en 2006 la línea de pobreza per cápita era de $47.099 en las zonas urbanas y de $31.754 en las rurales, en 2009 se dispara a $64.134 y $43.242, respectivamente. En la indigencia el aumento es de iguales proporciones.

Un alza de gran magnitud atribuible a factores externos, como el impacto de la crisis mundial en los precios de los alimentos. De no mediar estas alzas extraordinarias en esos precios y siguiendo la tendencia de más de una década, la pobreza se habría reducido: nuestros cálculos preliminares indican que hubiéramos pasado del 13.7% de pobreza en 2006 a cerca del 10.5% en 2009.

En decir, el incremento de la tasa de pobreza e indigencia en Chile se da como efecto neto de la crisis económica externa que nos golpeó y, gracias a las políticas sociales implementadas, se pudieron mitigar sus dramáticos efectos en la población.

Los datos de la Casen deben ser una lección de cómo continuar. Las cifras iniciales demuestran que es leve el aumento de la extrema pobreza y mayor, en cambio, el incremento de la tasa de pobreza, lo que nos refiere a una población no pobre de bajos ingresos, con estructuras familiares vulnerables y con empleos precarios que, ante situaciones de crisis económicas son las que mayor riesgo corren de caer en pobreza y, por lo mismo, requieren crecientes soportes de protección social. Ese fue el fundamento de la protección social implementada por la Presidenta Bachelet y esa realidad es la que debería llevar a avanzar y profundizar en la protección social y en un compromiso con la generación de empleos de calidad, socialmente protegidos.

Si juzgamos por algunos comentarios recientes de las autoridades cuestionando importantes programas sociales como el Chile Solidario y el Chile Crece Contigo, estamos ante el riesgo de que, en vez de profundizar y avanzar en la protección social de los más vulnerables, afectemos las posibilidades de que puedan superar la adversidad económica que viven.

La Casen 2009 muestra que debemos perseverar en el camino iniciado de protección social, a diferencia de lo que infundadamente señala el gobierno de Piñera.

Es más, con estos nuevos datos podemos advertir que el ingreso ético familiar comprometido por el presidente Piñera el 21 de mayo de $250.000 para una familia de 5 miembros (basado en los antecedentes proporcionados por la CASEN 2006), queda por debajo de la actual línea de pobreza. A partir de la realidad del 2009 -y sin considerar los impactos en los hogares del terremoto de febrero del 2010- los requerimientos de una familia de 5 miembros superan los $320.000 mensuales para satisfacer sus necesidades básicas.

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Comments

  1. Muy buen artículo. Agregaría que, a pesar de la enorme crisis internacional, la pobreza se redujo más rápidamente entre 2003 y 2009, que en el período 1998-2003 (considerando el porcentaje de reducción acumulativo anual).

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