Venezuela: Chávez se prepara para las elecciones

Cuando terminaba la primera semana de este 2010, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, decidió  realizar un ajuste cambiario que produjo una fuerte devaluación de su moneda, con lo que de inmediato generó una ola de crítica y acusaciones desde la oposición, como también hubo reserva y recelo de parte de algunos economistas vinculados al gobierno. La medida se produjo en uno de los peores momentos de la recesión que afecta a Venezuela, que no ha podido capear los efectos de la crisis global como lo han hecho sus vecinos de América Latina.

El viernes pasado, el gobierno venezolano decidió devaluar el tipo de cambio que estaba anclado en 2.15 bolívares por dólar desde 2005 a un nuevo cambio dual fijado en 2.60 para productos importados de primera necesidad y 4.30 para rubros «no prioritarios».

La incertidumbre se apoderó  de inmediato de los venezolanos, quienes el fin de semana se volcaron a las tiendas para comprar electrodomésticos y otros enseres importados ante la inminente alza de precios.

Aunque Alí Rodríguez, ministro de Economía, dijo que estas medidas no afectarían negativamente el consumo diario de los venezolanos, reconoció que podrían generar un impacto del 3% al 5% en la inflación. “Sería tonto por mi parte negar que no vaya a impactar en los precios”, admitió el ministro.

El dólar pasa del actual tipo de cambio de 2,15 bolívares a 2,60, un incremento de más del 20%, para los sectores básicos como alimentación, salud, tecnología y ciencia. Para un segundo tramo, bautizado como la “divisa petrolera”, la devaluación se estira un 100%, hasta 4,30 bolívares por dólar. Aquí se incluyen la industria automotriz, los electrodomésticos, tabaco, bebidas, textiles y servicios.

Mientras la devaluación  encarecerá la vida de los venezolanos porque suben los precios de bienes importados el 90%, el Gobierno ingresará más bolívares por la venta de petróleo en los mercados internacionales.

Hugo Chávez, sin embargo, descartó en su programa radial de los domingos que el ajuste cambiario que decretó el viernes pasado vaya a provocar un alza en los precios en el país, como advirtieron economistas y sectores de la oposición. En “Aló Chávez” el gobernante llamó además a todos los sectores a mantener los precios porque “no hay razón para que nadie incremente precios de nada, cuando haga falta el gobierno será el primero en reconocerlo con algunos rubros, luego de un estudio concienzudo”.

Chávez además anunció  un plan contra la especulación y los remarcados de precios, para lo que pidió la ayuda de la policía. “No es un plan defensivo, es un plan ofensivo. No entiendo cómo una gente empieza a comprar neveras y cocinas, deben ser víctimas de tele-terror y radio-terror, que empiezan a decir: ‘vayan y compren rápido porque van a incrementárselo’”, alertó el gobernante bolivariano, quien defendió sus medidas porque considera que en su país “se importa casi todo”, por lo que la devaluación del bolívar apunta a estimular la producción local y la sustitución de importaciones.

Economistas y opositores al gobierno, sin embargo, consideran que la medida acelerará la inflación en Venezuela, que el año pasado cerró en 25.1 por ciento, la más alta de América Latina y la tercera a nivel mundial.

Pero la crítica no se queda ahí, en el nivel técnico. Grupos opositores denunciaron que Chávez busca incrementar las arcas fiscales para hacer frente los próximos eventos electorales, principalmente las parlamentarias de septiembre próximo.

Las elecciones de este año, Chávez las enfrenta con la economía en su peor momento. Mientras la mayor parte de América Latina ha mostrado síntomas de recuperación durante el segundo semestre del año, Venezuela ha caído en la recesión: su economía se contrajo un 2,9% en 2009.

La devaluación del bolívar se suma a otras medidas impopulares que Chávez se ha visto obligado a tomar para combatir la crisis energética y la escasez de agua, como el cierre de los centros comerciales a tempranas horas, aunque luego tuvo que corregir ante el fuerte efecto que ello producía en otras áreas de la economía.

La falta de lluvias podría hacer aún más difícil el panorama en los próximos meses, ya que se vaticina que si en los próximos 120 días no llueve, la mitad de Venezuela podría quedar sin luz eléctrica domiciliaria.

Chávez podría encontrar algo de alivio si se confirma la tendencia al alza del precio del barril del petróleo, que a lo largo de 2009 aumentó desde los 30 dólares hasta los actuales 80 dólares. También puede seguir controlando las tasas de desempleo que, pese a la recesión, se mantienen en torno al 7 por ciento.

Pero Chávez parece estar siempre dispuesto a ir al choque. Este domingo, cuando cumplía la mitad de su tercer mandato desafió a los opositores a convocar un referendo revocatorio, un mecanismo contemplado en la Constitución. “Yo reto a la oposición a que vaya por un referendo revocatorio” espetó el gobernante, que ya ha adelantado que volverá a ser candidato en las presidenciales de 2012, cuando finaliza su actual periodo.
El líder bolivariano consiguió 5.800.629 votos (59,25% del electorado) en un referendo que el 15 de agosto de 2004 puso en juego su cargo a través del primer referendo revocatorio de la historia de Venezuela, frente a 3.989.008 votos (40,74%) a favor de su salida.//

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