Si nos comparamos con América Latina hoy, Chile cuenta con un amplio sistema de protección social con amplia provisión de bienestar por parte del Estado -con alto gasto público en educación y seguridad social- y por parte del mercado -por el régimen de capitalización individual. Marcel y Rivera, en sus estudios sobre Estado de bienestar y desarrollo socio económico en América Latina, constatan que el gasto social del gobierno central en Chile está dominado por el gasto en seguridad social, el que representa un 6,6% del PIB. El gasto en educación supone un 3,3% del PIB y luego salud con un 2,8% (Marcel y Rivera, 2009, pp. 301).
Estos autores concluyen que Chile posee un potencial Estado de bienestar (Marcel y Rivera, 2008, pp. 184 y 185). Si analizamos las tendencias urbanas, demográficas, culturales y sociales y aplicando muy moderadas proyecciones, el gasto público social aumentaría de un poco más de un 12% a un 14% del PIB el año 2030 (Marcel y Rivera, 2009, p. 297).